Los resultados de las elecciones en Canadá han sido noticia en casi todos los medios informativos del mundo: desde la BBC de Londres, pasando por La Jornada mexicana, El Tiempo de Colombia, o ABC de Madrid. Sin embargo, en las secciones de "Internacionales" de la prensa oficial en Cuba, la muerte de una vaca en Finlandia, o las altas temperaturas registradas en Sevilla, han sido noticias de mayor importancia que los resultados electorales que dieron el triunfo al Partido Liberal del primer ministro Paul Martin. Silencio este que se convierte en una gran incógnita.

Primer ministro de Canadá Paul Martin.

Ni una sola palabra se ha dicho en los medios oficiales acerca de los comicios del 28 de junio, aunque Cuba y Canadá llevan más de 100 años de relaciones diplomáticas, y Canadá es, junto a México, de los países que mantienen fronteras con Estados Unidos, además de ser los únicos de América que mantuvieron abiertas sus embajadas e intercambios comerciales con la Isla después del arribo al poder de Fidel Castro en 1959.

Ni siquiera los resultados electorales que, según analistas, obligarán al partido de Martin a pactar con los socialdemócratas del NDP (Nuevo Partido Democrático), para fortalecer la minoría en el Parlamento frente a los conservadores, han hecho que La Habana emita una simple nota para informar a sus ciudadanos sobre estos hechos. Los cubanos no saben quiénes gobernarán en el país de la Sherritt —compañía canadiense con inversiones importantes en energéticos y en la zona niquelífera de Moa— y de la Neilson y Maple Leaf —empresas que, entre otras muchas canadienses, suministran parte de los alimentos que los ciudadanos de la Isla adquieren con dólares en las tiendas cubanas recaudadoras de divisas—.

Canadá, además, es el principal emisor de turistas a Cuba —más de 400.000 visitaron la Isla en 2003—. Está entre los países que mantiene una importante cooperación con instituciones nacionales mediante programas organizados por CIDA (Agencia para la Cooperación Internacional de Canadá). Pero es, también, uno de los principales centros internacionales promotores de "solidaridad" con Cuba.

En su mayoría, estos grupos solidarios organizan distintas actividades: expediciones "educativas" a la Isla, previo acuerdo con universidades cubanas, para que los jóvenes canadienses conozcan en el terreno lo que ellos consideran "una alternativa a la globalización", una vez abonada una cantidad que oscila entre 2.500 y 3.500 dólares canadienses; trabajos voluntarios durante un mes o dos, previo acuerdos comerciales con turoperadores; o desde Vancouver, Toronto, Québec o Halifax, donde residen estos "amigos", se organizan protestas por el encarcelamiento en Estados Unidos de cinco agentes del Ministerio cubano del Interior con condenas por espionaje, o los "Cuban Five", como les denominan.