El jefe de la Sección de Intereses de Washington en La Habana, James Cason, condenó el miércoles el secuestro de dos aviones y una embarcación por personas con intenciones de emigrar a Estados Unidos, y advirtió que los responsables de ese tipo de actos serán castigados por la justicia norteamericana, informó la AFP.

"Cualquier individuo de cualquier nacionalidad, incluyendo a los cubanos que secuestren un avión o embarcación para dirigirse a Estados Unidos, será procesado con toda la fuerza del sistema legal norteamericano", señaló Cason en una declaración que solicitó difundir por la radio y la televisión oficialista de la Isla.

Cason reafirmó "su apoyo al pueblo cubano" y urgió "a todos los ciudadanos a evitar cometer acciones que violen las leyes internacionales".

Si lo hacen, "serán declarados de forma permanente como no elegibles para la residencia permanente y legal en Estados Unidos", añadió.

"Personas condenadas por tales crímenes pueden esperar ser sentenciadas a severas y largas condenas en las prisiones federales" norteamericanas, sostuvo el diplomático.

Para terminar de desalentar a eventuales inmigrantes ilegales que piensen en emplear la violencia para viajar a Estados Unidos desde Cuba, Cason recordó que los responsables de los dos últimos secuestros de aviones "están en este momento bajo detención", a la espera de ser enjuiciados.

"Cualquier otro cubano que realice tales acciones ilegales puede esperar similar suerte", afirmó Cason.

El pasado 19 de marzo seis hombres desviaron a punta de cuchillo un DC-3 cubano hacia Cayo Hueso. El avión realizaba un vuelo interno entre La Habana y la Isla de Pinos. El martes de esta semana un hombre que dijo estar armado con dos granadas secuestró un Antonov-24 de la misma ruta. El avión permaneció varias horas en el aeropuerto internacional de La Habana por falta de combustible, finalmente despegó hacia Estados Unidos.

Apenas 24 horas después un grupo de entre 15 y 20 personas secuestró la embarcación popularmente conocida como la "lanchita de Regla", que atraviesa la Bahía de La Habana entre la localidad de Regla y un muelle aledaño al centro de la ciudad.

La embarcación, no apta para navegar en alta mar, se quedó sin combustible en aguas internacionales y estaría regresando a la Isla escoltada por guardafronteras del gobierno cubano, después de que Washington declarara que el caso no era de su competencia, según lo establecido por las convenciones marítimas.