La lancha cubana de pasajeros, popularmente conocida como "lanchita de Regla", secuestrada la madrugada del miércoles con 50 personas a bordo, regresó a Cuba, dijo este jueves una fuente de la cancillería de la Isla, informó la AFP.
"La lancha fue traída a remolque por un buque del Servicio de Guardafronteras y fue llevada a Mariel", puerto situado 50 kilómetros al oeste de La Habana, afirmó un funcionario de la cancillería que solicitó el anonimato.
El funcionario dijo desconocer cualquier otro detalle del regreso de la embarcación, que con sus ocupantes pasó casi 20 horas a la deriva en alta mar, sin combustible, agua ni alimentos.
"Se dará a conocer un comunicado oficial en las próximas horas", aseguró el informante.
La lancha, diseñada para navegación en aguas interiores, se encuentra amarrada en Mariel, en un muelle oculto a la observación del público, en tanto un discreto operativo policial custodia las inmediaciones de la instalación portuaria, señalaron reporteros de la AFP enviados al lugar.
Horas antes, en Miami, una fuente oficial norteamericana había indicado que las autoridades cubanas habrían tomado el control de la nave, pero no dio más detalles.
La pequeña embarcación, con capacidad para unas 100 personas, integra una flotilla de tres lanchas que realizan a diario el cruce de la Bahía de La Habana, transportando pasajeros entre la localidad de Regla y un muelle aledaño al centro de la capital.
La nave fue secuestrada por un grupo de entre 15 y 20 personas que portaban armas de fuego y cuchillos, e intentaban llegar a Estados Unidos, pero se quedó sin combustible en aguas internacionales.
Según las autoridades de la Isla, los secuestradores exigieron combustible para continuar viaje y amenazaron con lanzar pasajeros al agua si no se cumplían sus demandas.
Washington envió negociadores a tratar con los autores del secuestro, pero poco después declaró que el caso no era de su competencia, sino la de La Habana.
El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Robert Zimmerman, dijo que "en virtud de las convenciones marítimas sobre secuestros", el gobierno cubano era "responsable para hacer valer su jurisdicción sobre el barco". |