Reporteros Sin Fronteras (RSF), con sede en París, denunció las presiones y obstáculos al trabajo de corresponsales extranjeros en Cuba en un informe publicado el miércoles.
El documento, redactado por la periodista francesa Martine Jacot, está basado en las declaraciones de doce corresponsales que trabajaron en La Habana. Siete de los entrevistados son periodistas de agencias francesas y británicas, cuatro de diarios franceses, británicos y españoles. Además, cuenta sus experiencias un ex corresponsal de la televisión estatal española TVE, informó la AFP.
"Conseguir en Cuba la información más simple y banal se convierte en muchos casos en una carrera de obstáculos" debido al afán del régimen de Fidel Castro por "controlar, lo más estrechamente posible, la información destinada a sus ciudadanos y al extranjero", dice la autora del informe.
Pese a considerar su experiencia profesional en la Isla "estimulante" por "la exaltación de la búsqueda de informaciones en condiciones particularmente difíciles", los que trabajaron como corresponsales en Cuba no dudan en calificar como "agotadora" la vida de un periodista en La Habana.
"El régimen castrista (...) utiliza un arsenal de presiones psicológicas constantes y sabiamente graduadas, desde la observación amablemente crítica sobre un texto o reportaje, hasta la denuncia en la prensa oficial cubana, pasando por la citación ante las autoridades", asegura el informe y precisa que la vigilancia "alcanza hasta la vida privada" de los periodistas.
El documento de RSF hace especial hincapié en que "ningún extranjero puede ejercer su actividad periodística en la Isla (...) sin un visado oficial", cuya obtención resulta bastante complicada y larga. "Transcurren al menos dos meses entre la solicitud y su obtención".
Martine Jacot también destaca el problema de las "lacónicas fuentes oficiales". Según un periodista que abandonó Cuba tras una misión de cuatro años, existe "un muro de silencio", "impenetrable y sin grietas, enmarcado en una disciplina impecable". |