AFP/ París. Varios intelectuales, como el ex ministro de Cultura español Jorge Semprún o la escritora cubana Zoe Valdés, reunidos el lunes en París, se declararon "decepcionados" por la actitud del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva durante su visita a la Isla.
En una velada de solidaridad con los disidentes detenidos en Cuba, organizada por Reporteros Sin fronteras (RSF) y la asociación Sin Visa, Semprún dijo estar totalmente "defraudado por la visita de Lula a Cuba y por el hecho de que no haya aprovechado su influencia hoy, enorme y merecida, en América Latina y en los países emergentes para decirle a Fidel Castro lo que piensa de los derechos humanos".
"En la primera ocasión que tenga, cuando vea próximamente a su ministro de Cultura Gilberto Gil, le diré mi decepción", agregó el escritor, quien atribuyó el silencio del presidente brasileño sobre la cuestión de los derechos humanos a que "parte de sus compañeros de gobierno y de partido han sido exiliados en Cuba" y conocen a la Isla "solidaria".
"Pero la política no es lo sentimental", sostuvo. "La política es tomar posición y saber que el apoyo populista que le puede dar en algunos sectores de América Latina su visita a Castro es un apoyo que contribuye a perder influencia en los sectores más amplios de América Latina", afirmó.
La escritora cubana Zoe Valdés, radicada en París, también calificó de "negativo el hecho de que Lula no se haya reunido con Blanca Reyes, la esposa del periodista y poeta Raúl Rivero", detenido en marzo pasado y luego condenado a 20 años de cárcel.
"Lo mínimo que tenía que haber hecho era enviar un mensaje de apoyo. Era el deber de un presidente elegido democráticamente", explicó la autora de La nada cotidiana, que negó, sin embargo, que la visita de Lula haya sido una expresión de apoyo a Castro.
"Efectuó la visita para decir que había que hacer un ajuste en las relaciones económicas entre ambos países y pedir lo que Cuba le debe a Brasil", sostuvo.
El escritor cubano Eduardo Manet dijo, por su parte, que "no tenía ninguna esperanza de que Lula se manifestara de una manera firme".
"El mito de la revolución cubana y el de Fidel Castro queda en los pueblos latinoamericanos", explicó.
"Siempre han considerado a Cuba y la revolución cubana como una esperanza y no han querido ver jamás nada de lo malo que ocurría allá", declaró. "Un hombre como Lula que necesita el apoyo de su pueblo no puede permitirse políticamente ese lujo y tiene que bailar la bossa nova con Fidel".
"Con Fidel hay que tener mucho cuidado y Lula lo sabe perfectamente", agregó. |