AFP/ La Habana. El ingeniero químico Vicente Vérez Bencomo presentó oficialmente el miércoles la primera vacuna sintética contra el Haemophilus influenzae, agente bacteriano causante de la meningitis y de neumonías, enfermedades que provocan numerosas muertes en el mundo en niños menores de cinco años.
"Es una tecnología alternativa que pienso abre muchos caminos, no solamente para Haemophilus, sino muchos caminos para otras vacunas", afirmó Vérez Bencomo, quien dirigió las investigaciones durante 14 años para obtener el medicamento.
En su opinión, el hallazgo es importante internacionalmente pues "hay muchos científicos tratando de hacer vacunas con antígenos sintéticos, pero no tienen apoyo, porque nadie cree en la vacuna sintética, y eso va a abrir un campo importante para otras vacunas de otras enfermedades".
El diario oficialista Granma anunció este miércoles que las autoridades sanitarias de la Isla iniciarán la inmunización de niños con esa vacuna en los primeros meses de 2004, para lo cual "ya están en producción un millón de dosis".
En el mundo existen desde 1990 varias vacunas obtenidas por la fermentación de antígenos orgánicos, un complejo proceso tecnológico que requiere un tiempo de fabricación. Trece años después se fabrican sólo 100 millones de dosis en todo el planeta.
"Nosotros estamos convencidos que en dos o tres años vamos a estar produciendo 50 millones de dosis, porque no es lo mismo preparar grandes cantidades de vacunas fermentando, cultivando, grandes masas de agentes patógenos, que haciendo esto con la tecnología de la industria farmacéutica química", afirmó Vérez.
Vérez, graduado de ingeniería química en la Universidad de Lomonosov, en la ex Unión Soviética, realizó su doctorado en la universidad de Orleáns, Francia, en 1983. Actualmente es director del centro de Estudios de Antígenos Sintéticos de la facultad de Química de la Universidad de la Habana.
El científico fue el primero en aplicarse la vacuna experimental, después fue probada en otros 80 adultos, 1.200 niños de cuatro años y 1.100 lactantes.
El canadiense René Roy, de la Universidad de Ottawa, "contribuyó de manera importante" con las investigaciones, por lo que el medicamento fue patentado en la Isla el 6 de noviembre último a nombre de las dos universidades, la de La Habana y la de Ottawa. |