Las divergencias sobre un eventual restablecimiento de las relaciones diplomáticas con La Habana ocupan parte de la campaña para las elecciones presidenciales salvadoreñas de marzo de 2004, informó el diario La Opinión.
El Salvador es el único país centroamericano que no tiene vínculos oficiales con Cuba.
Antonio Saca, candidato de la oficialista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) aseguró a El Diario de Hoy que, de llegar al poder, el gobierno que encabezará no tendrá relaciones diplomáticas con la Isla. "Aspiramos a tener relaciones con países democráticos", dijo.
Continuando la línea del gobierno actual y los dos anteriores de Arena, Saca afirmó que su gabinete estrechará los vínculos con Estado Unidos.
Rafael Machuca, aspirante a la silla presidencial por el derechista Partido de Conciliación Nacional (PCN) tampoco tiene interés en poner embajada en Cuba. El PCN estaba en el poder cuando San Salvador rompió los lazos diplomáticos con el gobierno cubano, en 1963.
En la postura contraria, Schafik Handal, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ha reiterado en diferentes oportunidades su disposición a abrir relaciones con el gobierno de Fidel Castro, si su partido llega a la presidencia.
Handal quiere también establecer vínculos con China y Vietnam.
Por su parte, Héctor Silva, candidato por la coalición centrista que conforman el Centro Democrático Unido (CDU) y Partido Demócrata Cristiano (PDC), anunció su intención de establecer relaciones comerciales y consulares con La Habana.
Las tensiones entre las autoridades de la Isla y El Salvador se agudizaron en los años ochenta, cuando estalló una guerra civil en la nación centroamericana. Sucesivos gobiernos salvadoreños acusaron a La Habana de instigar y apoyar, durante el conflicto interno, a la guerrilla izquierdista encabezada por el FMLN.
En la posguerra la tensión se mantuvo. A mediados de los noventa el gobierno cubano capturó en la Isla a dos salvadoreños a los que acusó de realizar acciones terroristas contra instalaciones turísticas.
En 2000, durante la Cumbre Iberoamericana realizada en Panamá, Fidel Castro denunció un supuesto complot para asesinarle, organizado por opositores cubanos que residían en El Salvador "sin mayores problemas".
En su réplica el presidente salvadoreño, Francisco Flores, acusó a Castro de haber estado "involucrado en la muerte de tantos salvadoreños" durante la guerra civil en el país. |