Diez intelectuales cubanos han hecho pública una carta de rechazo a las críticas de cinco escritores argentinos, quienes la semana pasada pidieron al canciller de su país, Rafael Bielsa, que la embajada de Buenos Aires y el resto de las representaciones diplomáticas latinoamericanas en la Isla se abran a los disidentes.
"Varios medios se han concertado en lo que pudiera convertirse en una nueva campaña que convoca a los gobiernos de América Latina a ejercer una burda intromisión en los asuntos internos" de Cuba, dice el documento de los intelectuales residentes en la Isla para referirse a la repercusión internacional de la Carta de reconocimiento al movimiento cívico cubano, suscrita por los argentinos Marcos Aguinis, María Sáenz Quesada, Sylvina Walger, Juan José Sebreli y Fernando Ruiz.
En el texto dirigido a Bielsa, publicado el jueves pasado, los escritores argentinos afirmaban: "Frente a la esperanza de un cambio pacífico que proviene de lo más profundo de la realidad cubana, los organismos regionales latinoamericanos, las embajadas de nuestros países en La Habana, tienen la obligación moral de responder positivamente. No debemos ser nosotros quienes callemos ante un régimen que reprime y ataca a los luchadores cívicos cubanos mientras rechaza la apertura de espacios de diálogo y construcción democrática".
La respuesta de los intelectuales cubanos ha sido firmada por Roberto Fernández Retamar, Pablo Armando Fernández, Reynaldo González, Eduardo Heras León, César López, Francisco López Sacha, Carlos Martí Brenes, Lisandro Otero, Graziella Pogolotti y Miguel Barnet.
"Cuba ha mostrado al mundo abundantes pruebas de quiénes son y para quién trabajan esos llamados 'luchadores cívicos' y cómo el tema de los derechos humanos es manipulado una y otra vez contra nosotros por los mayores enemigos de la humanidad", afirma el Mensaje de los escritores cubanos y agrega que la carta de los escritores argentinos "presta un servicio a los que quieren impedir a toda costa cualquier expresión, por tímida que sea, de unidad latinoamericana".
Según los 10 intelectuales de la Isla, se trata de "una maniobra publicitaria" contra Cuba y contra la "dignidad" de ambos pueblos, "en un momento en que el imperio siente en peligro sus intereses hegemónicos en la región, a causa de la catástrofe social provocada por el neoliberalismo". |