La Unión Europea (UE) dice estar dispuesta a reanudar el diálogo con La Habana, pero estima "inaceptable" el rechazo de las autoridades cubanas a recibir en sus instituciones a los diplomáticos europeos destinados en la Isla, según la evaluación de la posición común sobre Cuba que deben adoptar el lunes los cancilleres de los Veinticinco, informó la AFP.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la UE reafirmarán "la validez" de la posición común, que mantienen desde 1996, dice el texto ya aprobado por los embajadores europeos esta semana.

La agencia EFE informó que los cancilleres criticarán también, de forma implícita, el embargo de Estados Unidos, algo de lo que se abstuvieron en la última revisión de la posición común.

Los 25 expresarán "su rechazo a todas las medidas unilaterales contra Cuba que son contrarias a las reglas internacionales de comercio comúnmente aceptadas".

"Nunca ha sido política de la UE el intentar promocionar cambios mediante medidas coercitivas que tienen por efecto el incremento de las dificultades económicas de la población cubana", dice el texto que se someterá a votación, y agrega que el "aislamiento" no contribuye a la apertura del régimen.

Las relaciones con La Habana están bloqueadas desde junio de 2003, cuando la UE aprobó sanciones diplomáticas para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes en la Isla, condenados a penas de hasta 28 años de cárcel. Entonces, los europeos decidieron, entre otras cosas, invitar a los opositores y a familiares de presos políticos a las celebraciones de fiestas nacionales que realizan sus embajadas en La Habana.

En el texto que será llevado a votación el lunes, la UE dice estar "dispuesta a reanudar el diálogo" para "conseguir resultados concretos en los órdenes político, económico, de los derechos civiles y de la cooperación" en Cuba, pero condena "enérgicamente la actitud inaceptable del gobierno de Cuba para con las delegaciones de la UE en La Habana", y le pide que "respete los principios y las prácticas asumidos a nivel internacional".

Las autoridades cubanas exigen a los europeos que retiren las medidas adoptadas en junio de 2003 antes de retomar las relaciones, y no reciben a responsables europeos en sus ministerios, mientras que Bruselas pide la liberación de los disidentes entre otras medidas para mejorar la situación de los derechos humanos.

Según el borrador del texto de la posición común, la UE mantendrá las "medidas" adoptadas en 2003.

Asimismo, los ministros lamentarán "la imposición de nuevas restricciones a la empresa privada", que causan "consecuencias negativas sobre la población cubana", y reiterarán que la "apertura económica" de la Isla beneficiaría a todos sus ciudadanos.