Las autoridades de la Isla avisaron de la existencia de un nuevo tipo de contrabandistas de habanos, que comenzó a operar tras el endurecimiento de los controles para evitar la comercialización de falsos puros, informó la AP.
Los nuevos contrabandistas no buscan sacar del país los puros, sino los "elementos que autentifican la procedencia de las cajas de habanos: anillos, la etiqueta fina, rectangular", explicó Héctor de Moya, un oficial del Departamento de Lucha contra el Fraude de la Aduana cubana, al semanario oficialista Granma Internacional.
Este tipo de operaciones permite a los falsificadores colocar cajas de cualquier tabaco como puros cubanos auténticos, dijo De Moya.
En 2003 las autoridades de la Isla confiscaron 343 kilogramos de papeles, celofanes e incluso sellos de garantía "República de Cuba", afirmó el oficial. Sólo en enero de este año se confiscaron 34 kilogramos.
Según las normas aduaneras cubanas, quienes visitan la Isla pueden sacar hasta 23 puros sueltos sin presentar factura, pero deben mostrar el comprobante de compra si se trata de una caja.
Pese a las advertencias a los turistas que llegan al país, en 2003 las aduanas confiscaron unas 30.000 cajas de falsos habanos, contra las 19.000 de 2002, dijo el funcionario.
En enero de 2004 se decomisaron más de 4.000 estuches, agregó De Moya, y aseguró que los puros confiscados son incinerados.
Vendedores callejeros ilegales suelen ofrecer a los turistas cajas por 20 ó 30 dólares. En las tiendas autorizadas las cajas de puros pueden costar cientos de dólares.
Habanos S.A., la empresa mixta encargada de comercializar los cigarros cubanos en una red mundial de 120 tiendas, guarda silencio sobre el monto de sus operaciones, pero se estima que sus ganancias son superiores a los 200 millones de dólares. |