El gobierno cubano ha puesto en marcha un plan de emergencia para enfrentar las consecuencias de la sequía, que actualmente afecta a más de 1,8 millones de habitantes, según los cálculos oficiales.

El presidente del Instituto de Recursos Hidráulicos, Jorge Luis Aspiolea, reconoció al diario oficialista Granma que la situación es "muy tensa".

La sequía golpea con particular fuerza a los embalses, que en este momento almacenan 3.071 millones de metros cúbicos, el 35% de la capacidad total.

Los meteorólogos de la Isla afirman que la sequía es la más grave en décadas. De acuerdo con el Instituto, 12 de los 73 embalses que abastecen a la población han agotado sus reservas, y otros 23 no tendrán agua en menos de 120 días.

Aspiolea se refirió al plan de emergencia, en marcha junto a un paquete de medidas adoptadas por una Comisión Central —integrada por 20 organismos— para atender el problema, informó EFE.

Como parte de estas medidas destacó la inversión de 20 millones de dólares en infraestructuras.

Las provincias Ciudad de La Habana, Villa Clara, Camagüey, Las Tunas y Holguín presentan la situación "más crítica".

En la capital (con 2,2 millones de habitantes), más de 100.000 personas reciben el servicio de agua potable a través de carros cisterna, porque dos de sus presas, La Coca y La Zarza, están secas.

En Holguín, el panorama es más grave. Allí, 279.000 personas sufren problemas de abastecimiento de agua.

Autoridades de La Habana han lanzado un llamado a tomar "medidas urgentes" para el ahorro del agua.

Expertos del sector hidráulico citados por el semanario oficialista local Trabajadores dijeron que en la capital se bombea casi el doble del agua necesaria y se pierde más de la mitad por salideros. A esto se suma el derroche de agua de centros y empresas grandes consumidores, que gastan entre 2 y 6 veces más de lo establecido.

"Vale más invertir en ahorrar agua que en materializar obras para buscarla, lo cual es muy costoso", dijo el presidente del Poder Popular en La Habana, Juan Contino.

Las medidas de ahorro han alcanzado también a las áreas turísticas de las provincias afectadas, como Guardalavaca, en Holguín, que antes de la sequía consumía 2.200 litros de agua por habitación y en la actualidad ha tenido que rebajar su consumo a 1.000 litros.

La situación es tal que las autoridades anunciaron recientemente la reanudación de los experimentos para provocar lluvia artificial.

Un proyecto científico interrumpido en 1991, en el que cooperó la desaparecida Unión Soviética, tratará de confirmar la efectividad del método de "siembra" de nubes con yoduro de plata para obtener cantidades adicionales de precipitaciones en áreas extensas.

Según los cálculos oficiales, la sequía provocó el pasado año pérdidas superiores a los mil millones de dólares y la muerte de miles de cabezas de ganado en el centro y este de la Isla.