El gobierno cubano anunció "su irrestricto apego al principio de una sola China, con Taiwán como parte inalienable de ella", y rechazó cualquier intento de "entorpecer" la política de reunificación del país asiático, informó la AFP.
"Cuba basa su posición en el principio de la integridad territorial consagrado por la Carta de la ONU y en la resolución 2758 de su Asamblea General", dijo este martes la cancillería de la Isla.
La resolución 2758 establece desde 1971 "el principio de una sola China", señala el texto, publicado por el diario oficialista Granma.
La declaración recuerda que, desde el triunfo de la revolución cubana en 1959, la Isla "ha apoyado la integridad territorial de China y su causa de reunificación nacional, a la par que ha rechazado todo intento de considerar a Taiwán como una entidad independiente".
Recuerda que la Asamblea Nacional Popular de China aprobó el pasado lunes una ley anti-secesión, que "enfrenta los intentos de quienes pretenden la separación de Taiwán" y promueve "la reunificación pacífica nacional, el mantenimiento de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán".
No obstante, la ley autoriza el uso de la fuerza en caso de que Taiwán declare su independencia.
La Habana y Pekín son en la actualidad fuertes aliados políticos y comerciales.
Durante la visita del presidente chino Hu Jintao a Cuba, en noviembre pasado, ambos gobiernos suscribieron 16 acuerdos marco de cooperación, que se han ido implementando progresivamente.
Cuatro de esos convenios están relacionados con la industria del níquel, mineral del cual Cuba posee una de las primeras reservas mundiales y es el quinto productor global.
El resto de los acuerdos abarcan áreas como biotecnología, telecomunicaciones, petróleo, modernización de ferrocarriles y puertos, desarrollo vial, turismo y astilleros navales.
También contemplan una moratoria de 10 años para la deuda que La Habana contrajo con el país asiático entre 1990 y 1994. |