El gobierno de Cuba cobró nuevos bríos en su campaña contra el embargo de Estados Unidos, tras el comunicado especial contra el "bloqueo" aprobado en la XV Cumbre Iberoamericana, realizada en Salamanca, y ahora busca la votación de condena en la ONU, el 8 de noviembre, informó la AFP.

Jornadas de audiencias públicas se iniciaron en las provincias de la Isla para explicar el impacto del embargo y del plan preparado por Washington para una eventual caída del gobierno de Fidel Castro.

Durante la audiencia pública en La Habana, la Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó este martes una declaración en la que pide a los poderes legislativos de otros países que no sólo denuncien sino que exijan el "cese inmediato e incondicional del bloqueo".

El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, calificó de "histórica" la postura de la Cumbre Iberoamericana contra el "bloqueo", al destacar que ese foro optó por no llamarlo embargo económico.

"Se habló en un lenguaje más preciso, más exacto, se avanzó en reclamar el fin de las medidas (…) Salamanca no sólo ratifica su rechazo a esa política de guerra económica que mantiene Estados Unidos contra Cuba, sino que mejoró, porque un embargo es una medida bilateral y el bloqueo es extraterritorial", afirmó.

Según La Habana, con la "victoria" obtenida en Salamanca, ahora acelerará sus acciones con miras al 8 de noviembre, cuando presentará su informe contra el embargo en la Asamblea General de Naciones Unidas.

"El año pasado 179 países votaron porque Estados Unidos cese de inmediato esa medida. Cada voto nos cuesta esfuerzo obtenerlo. Pero no hay ninguna duda de que la Asamblea va a aprobar la resolución condenatoria, (aunque) eso no quiere decir que ellos vayan a ponerle fin", señaló Alarcón.

Sería el decimocuarto año consecutivo en que la ONU aprueba una resolución contra el embargo, puesto en vigor por Estados Unidos en 1962.

Los medios de comunicación de la Isla, todos bajo control del Estado, dedican esta semana amplios espacios a explicar el impacto del embargo y de la Cumbre de Salamanca.

Junto a su campaña contra el embargo, La Habana emprendió una ofensiva para "denunciar" el denominado "Plan para Asistir a una Cuba Libre", que aprobó el gobierno de George W. Bush para "coordinar la transición política de la Isla".

Osvaldo Martínez, presidente de la Comisión Económica de la Asamblea Nacional del Poder Popular, señaló que el informe económico que figura en el plan es "una copia mecánica de los programas de ajuste neoliberal de uso corriente en América Latina", combinado con las "experiencias del desmontaje del socialismo en Europa oriental y la Unión Soviética".

"Todo, por supuesto, en el escenario de un gobierno títere de transición encargado de convertir la economía cubana en una especie de sucursal de la Florida", dijo Martínez.

Decenas de jóvenes artistas y estudiantes fueron movilizados esta semana a una céntrica avenida de La Habana, La Rampa, para pintar en las paredes de los edificios imágenes y mensajes contra el embargo.