AFP/ Madrid. El comité ejecutivo de la Internacional Demócrata de Centro (IDC), reunido en Madrid bajo la presidencia del jefe del Gobierno español, José María Aznar, condenó este jueves la "campaña represiva" lanzada por el gobierno cubano en marzo de 2003 y lo instó a liberar a los "presos políticos".

La IDC tiene previsto promover el próximo otoño (boreal) una reunión con las fuerzas de oposición cubanas en alguna ciudad europea, aún por decidir, para abordar la situación de los derechos humanos en la Isla, dijo a la prensa el secretario general de esa organización, Antonio López Istúriz.

"En los últimos meses, el gobierno de Cuba ha cometido intolerables atropellos a los derechos fundamentales del pueblo cubano, incluyendo el uso de la pena capital, juicios sumarísimos y la imposición de sentencias de prisión arbitrarias", afirmó la IDC en un documento presentado por López Istúriz.

La IDC considera que la referida campaña "es parte de los continuos esfuerzos del gobierno cubano por intimidar y silenciar las voces disidentes", y recuerda que hay más de 300 prisioneros políticos en la Isla, 88 de ellos considerados "presos de conciencia" por la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI).

Las autoridades cubanas "han rechazado la petición de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas para que un alto comisionado investigue la situación de los derechos humanos en general y de los presos en particular", añade la IDC, que pide a Fidel Castro la liberación de "todos los presos políticos".

La resolución de la IDC reitera su "apoyo solidario a los democristianos cubanos y a toda la disidencia cívica y pacífica dentro de Cuba" y expresa su adhesión al Proyecto Varela, promovido por el líder del Movimiento Cristiano Liberación, Oswaldo Payá.

Ese proyecto busca la celebración de un referéndum en Cuba para aprobar leyes sobre libertad de expresión, asociación y empresa privada, una amnistía a los presos políticos y la elaboración de una nueva ley electoral.

En abril de 2003, y tras juicios sumarios, las autoridades cubanas condenaron a 75 disidentes de todo el país a penas de hasta 28 años de cárcel. Ese mismo mes, el gobierno de Fidel Castro fusiló a tres hombres que secuestraron una embarcación de pasajeros para intentar escapar hacia Estados Unidos. Ese secuestro se saldó sin víctimas mortales ni heridos, según la versión oficial de La Habana.