Los presos políticos cubanos Miguel Galván Gutiérrez, Margarito Broche Espinosa y Efrén Fernández Fernández fueron trasladados en el último mes a celdas en las que conviven con reos comunes.

Galván Gutiérrez ha sido ubicado junto a reclusos considerados de alta peligrosidad, en la prisión de Agüica, Matanzas, informó la agencia Cubanet.

Mientras, Broche Espinosa y Fernández Fernández fueron trasladados del área especial de la cárcel de Guanajay, en La Habana, a destacamentos ocupados por reos comunes, informó el recluso Amaury Ramírez González, citado por la agencia.

Los tres forman parte del grupo de 75 disidentes encarcelados por el gobierno cubano en abril de 2003. Galván fue sentenciado a 26 años. Broche y Fernández, a 25 y 12 años, respectivamente.

Familiares de Galván afirmaron que el oficial Diosdado Moré, jefe del centro penitenciario, dijo a los reos comunes que el opositor es homosexual y que sus compañeros de la disidencia comparten sus preferencias sexuales.

El preso político dijo a sus allegados, en conversación telefónica, que había sido enviado a la celda con presos comunes "para que lo mataran", y agregó haber recibido amenazas del jefe de la prisión, que instiga a los reos para que lo agredan.

"La utilización de presos comunes para hostigar a los presos políticos es una práctica normal en las cárceles cubanas", denunció la semana pasada la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF).

En el momento de su arresto, en marzo de 2003, Galván trabajaba como periodista independiente y subdirector del Centro Nacional de Capacitación Sindical y Laboral.

Durante su período de reclusión en la prisión de Agüica ha estado sometido a régimen de máxima severidad. Su hermana, Teresa Galván, asegura que las autoridades penitenciarias lo mantuvieron "como a un animal" en una "celda tapiada" durante "más de dos meses".

El Comité Internacional Pro Libertad de Miguel Galván envió una carta a RSF y a Amnistía Internacional, alertando sobre la situación del disidente.

Por otra parte, RSF informó que el también preso político del grupo de los 75, Normando Hernández, habría dado por terminada la semana pasada una huelga de hambre que comenzó el 7 de mayo para protestar por su traslado a una celda junto a decenas de presos comunes.

Su esposa, Yaraí Reyes, informó que el director de la cárcel Kilo 5 y 1/2, de Pinar del Río, donde Hernández cumple una condena de 25 años, le dijo que el preso había vuelto a alimentarse.

Detienen durante 18 días a esposa de preso político

Familiares de presos políticos han continuado denunciando presiones y amenazas por parte de las autoridades cubanas. Niurkis Padrón, esposa del disidente Virgilio Mantilla Arango, recién sancionado a siete años de cárcel, permaneció detenida durante 18 días en mayo.

Padrón fue arrestada tras una visita a la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, y conducida a la sede de la Seguridad del Estado, Villa Marista, donde fue sometida a interrogatorios. Los agentes la acusaron de ser una "mercenaria al servicio de Estados Unidos y terrorista".

"Me tuvieron cinco días encerrada en una oficina con candado en la puerta y trece días en una celda. Me golpearon (…) Se quejaban porque yo he participado en protestas pacíficas contra el régimen. Me decían que de allí, de Villa Marista, no saldría más a la calle", dijo Padrón, según Cubanet.

Mantilla Arango fue juzgado en abril pasado junto a otros nueve disidentes por el Tribunal Municipal de Ciego de Ávila. Se encontraba en prisión desde el 4 de marzo de 2002.