La suerte de los cerca de 40 rehenes y 10 secuestradores de la lancha cubana se desconocía en la madrugada del viernes debido a la falta de información oficial, pero todo parece indicar que el episodio ha terminado, informó la AFP.
Ni la radio ni la televisión, que operan bajo un férreo control del Estado, mencionaron el tema en sus espacios informativos.
No obstante, el diario oficialista Granma anuncia este viernes en su portada que la televisión y la radio de la Isla emitirán a las 20:30 de la noche, hora local (00:30 GMT), un programa especial "sobre el secuestro de la embarcación de pasajeros". El periódico no ofrece más información sobre el tema.
El jueves por la noche, periodistas de la AFP constataron que en la lancha, amarrada en el puerto del Mariel, al oeste de La Habana, había presuntos efectivos de la policía cubana. No se observaron signos evidentes de violencia.
Fidel Castro se presentó en el lugar y se retiró seis horas después. Tras él, abandonaron el puerto dos camiones con soldados y las fuerzas especiales de la policía cubana, así como nueve ambulancias y un autobús con civiles que, se presume, eran los pasajeros del bote, dijo la BBC.
Se desconoce si las ambulancias llevaban heridos y si el asunto se resolvió por la fuerza o la negociación.
En una nota oficial, el gobierno cubano había advertido: "se utilizará la fuerza si la situación de los rehenes se hace crítica".
La embarcación fue secuestrada en la madrugada del miércoles en la Bahía de La Habana y sus tripulantes fueron obligados a conducirla hacia el sur de Estados Unidos, pero quedaron sin combustible a unos 48 kilómetros de las costas de la Isla.
Durante más de 22 horas, la pequeña embarcación —diseñada para la navegación en aguas interiores— estuvo a la deriva en mar abierto, sin agua ni alimentos para sus ocupantes, hasta que los secuestradores aceptaron ser remolcados al Mariel en la madrugada de este jueves. |