Los madres de los tres jóvenes que murieron el lunes en La Coloma, Pinar del Río, tras intentar secuestrar un barco de pesca para huir del país, aceptan la versión del suicidio dada por un adolescente que sobrevivió a la tragedia.

"Mi hijo aquí no podía estar. No lo dejaban vivir. Yo lo prefiero muerto", dijo en declaraciones al diario español El País María Acosta, madre de Yosvani Martínez Acosta, de 27 años, uno de los fallecidos.

La nota oficial de los hechos, divulgada el martes por el Ministerio del Interior, dijo que Martínez, Francisco Lamas Carón, de 29 años, y Luis Alberto Suárez Acosta, de 22, se habían tiroteado entre ellos mismos, "por causas desconocidas".

Sin embargo, Arelis Martínez Acosta, hermana de Yosvany, no cree esa versión. "Es mentira que se mataran entre ellos. Ellos se suicidaron. Preferían morir antes que seguir viviendo aquí y volver a la cárcel".

Las autoridades cubanas dijeron que Martínez, Lamas y Suárez tenían antecedentes penales por robo y sacrificio ilegal de ganado mayor, y habían estado en prisión.

En su intento de secuestro del lunes, los tres jóvenes iban acompañados de una mujer y sus dos hijos de 10 y 17 años.

Los hechos aún no se han esclarecido del todo. Hasta el momento, el único testimonio que ha salido a la luz es el del adolescente de 17 años, Marquiel Montano Cabrera.

Montano, su hermano Gerardo y su madre, formaban parte del plan de huida, aunque el joven asegura no haber estado al tanto de la intención de secuestro.

La nota oficial del gobierno cubano relató que el grupo desarmó a un vigilante del puerto y secuestró a un capitán de pesca para que guiara el barco hacia costas estadounidenses. El hombre consiguió lanzarse al mar en un descuido y un grupo de pescadores rodeó la embarcación con sus botes.

Según Marquiel Montano, los secuestradores golpearon entonces a su madre y lo tomaron a él y a su hermano como rehenes. Después, dispararon a Gerardo en la cabeza e intentaron matarle a él, pero el arma no funcionó.

Montano afirmó que, tras comprobar el fracaso de la huida, uno de los jóvenes dijo: "Esto de acabó" y se disparó en la sien. Seguidamente, los otros hicieron lo mismo.

Lo últimos reportes médicos aseguraron que el niño de 10 años evoluciona favorablemente y que su vida no corre peligro.