Yuniesky Betancourt no tiene idea de cómo es un entrenamiento de primavera, pero sí está seguro de contar con el talento suficiente para brillar en él y ganarse un puesto con los Marineros.

'Rikimbili', ahora con Seattle.

El jugador de cuadro cubano, que ya se encuentra en Arizona para aclimatarse al ambiente de la Liga del Cactus, firmó un contrato de Ligas Mayores con Seattle por cuatro temporadas y 2.826.000 dólares.

"No encuentro las palabras para describir lo feliz que estoy", expresó Betancourt.

"Jugar en las Grandes Ligas es el sueño de todo pelotero y yo estoy comenzando a lograrlo".

Betancourt, de 22 años de edad, cinco pies y 10 pulgadas de estatura, y 190 libras de peso, se fugó de la Isla en julio del 2003 y llegó a México, donde estuvo algún tiempo.

En tres temporadas con el equipo Villa Clara en la Serie Nacional cubana, Betancourt sobresalió como uno de los mejores defensores y, junto al olímpico Eduardo Paret, formó la mejor combinación de doble matanza de 2001 a 2003.

En 2002 bateó para 288 con 43 anotadas, cuatro jonrones y 45 impulsadas, y luego mejoró su promedio a 317 en el 2003, con siete cuadrangulares y 52 remolcadas.

"Lo que Yuniesky trae a los Marineros son unas manos prodigiosas, pero tambiés es un bateador de buen contacto", comentó su agente, Jaime Torres. "No me sorprendería que integrara el equipo grande este mismo año. A lo sumo, estaría un tiempo en las Menores para pulir algunos aspectos, pero no esperaría mucho".

Tras la partida de Rich Aurilia a Cincinnati, el puesto de torpedero de los Marineros es una interrogante que el equipo espera responder con Betancourt, el prometedor venezolano José López o el veterano Pokey Reese, que viene de los actuales campeones de la Serie Mundial, los Medias Rojas de Boston.

Pero en principio, López, de 22 años, regresaría a Triple A, y todo parece indicar que el cubano habría llegado a Seattle en el momento justo para capturar la titularizad en el campocorto.

"Yuniesky es un paracorto atlético y ofensivo'', dijo Bill Bavasi, gerente general de los Marineros. "Lo consideramos como el equivalente de una elección en la primera o segunda rondas del draft".

Conocido en Cuba por el apodo de Rikimbili, Betancourt fue el torpedero titular en las escuadras nacionales de edad juvenil y en el campeonato mundial de esa categoría en Edmonton, en 2000, bateó para 523.

En las últimas décadas, los cubanos han impactado en Grandes Ligas con lanzadores, no así con jugadores de posición, donde han sobresalido sólo dos: el torpedero Rey Ordoñez y el jardinero Alex Sánchez.

"No quisiera valorar mi verdadero nivel hasta medirme en la pelota mejor del mundo", confesó Betancourt. "Pero confío en mis posibilidades y espero establecerme. Sólo puedo decir que voy a dar el máximo".