www.cubaencuentro.com Martes, 27 de enero de 2004

 
Parte 1/4
 
Carta a Manuel de Zequeira y Arango
por RAMóN FERNáNDEZ LARREA, Barcelona
 

Agrovérsico o poeta agrario y de piñón Coronel Manuel de Tiburcio Zequeira y Arango:

Cada vez que pienso en ti se me agua la boca. Esta declaración en ayunas puede resultar muy sospechosa, pero el otoño me afecta, engarrota mis máculas, me seca los tubérculos, confunde mis pepillas gustativas, y a veces ya no sé ni lo que diego. Mira ahora mismo, sin que medien metáforas en el epigastrio, no sé quién dijo esa frase de "Dejad que los niños vengan a mí", si Jesús o Michael Jackson.

Piñas

Y a propósito de Jackson —que antes era five y prietecito—: si uno que yo conozco, y que ya verás qué costado frutal tiene contigo, se da cuenta de que el rey del pop le puede ser útil en sus batallas, lo nombra jefe de los pioneros, porque lo que tiene en la cabeza es puro pop; pop corn, para ser más exactos. Ya ves cómo el otoño troca mi troquel, traba mi trova. Me tribaliza y me pone a comer cascaritas de piña.

Por eso quería comenzar con esa frase tan poética, bonita y sabrosa. Quise expresar que salivaba cada vez que venía tu nombre a mi memoria, pero ese Tiburcio, clavado ahí, lo enturbia todo, y ya no es igual decirlo de ese modo, y no me da lo mismo chicha que limoná.

Versicular y frutal entras en mi pensamiento por el surco del siglo XVIII, y brota tu Oda en mis membranas, con aquella piña cantada y abierta hasta el amanecer, profunda y democrática, símbolo de nuestra más profunda cubanía, a la que me permitirás sacarle lascas hoy, para reafirmar nuestro aroma nacional. Con eso, de ñapa, te rescato a ti antes de que puedan aplicarte la ley mordaza, por si alguien considera que te adelantaste a clavar en el papel una de las más importantes especies en vías de extinción.

Olvidaré el Tiburcio que te enturbia y me ceñiré a lo concreto, como cuando en la Isla me ceñía al concreto. Incluso sin creto también me ceñía, o me ceñían, y uno se dejaba ceñir, no fuera a ser que lo desciñeran en la jugada, fuñéndose. Ahora andan pidiendo que Bolivia tenga salida al mar, y eso es fatal si quieren construir el socialismo por allí: teniendo mar, empiezan los balseros y se jeringa todo. Y he vuelto a alejarme de la piña por culpa del otoño. Será porque evo como un osaco, inmoralmente el jugo, el néctar de esa fruta con acné juvenil.

Arde mi mollera, a pesar del otoño —que es como el fracaso de la primavera— cuando saltan los primeros versos de tu poema más conocido —yo siempre tuve poemas con la poesía, sobre todo con la política, así que no me odas mucho—. Vienen alígeras y agrícolas esas imágenes que no entiendo completamente, pero donde se nota el por qué Lezama Lima —otro apellido frutífero— te consideraba el primer poeta nacional —pienso yo que algo de monocultivo y de isla agraria tendría— no en el sentido cronológico, sino, y cito testicularmente: "en el simbólico, por su calidad y vocación líricas, y por el conocimiento consciente de su instrumento poético".

Eso es muy bueno. Cuando uno conoce bien su instrumento, aunque sea poético, ya puede ir por ahí fundando líricas, fecundando símiles, preñando a quien se soneta a nuestro vate. Se puede ser entonces vate de aluminio, o de majagua, en según el golpe de cintura y lo lejos que quiera poner las pelotas.

1. Inicio
2. Como te decía...
3. Es posible que la poca...
4. Y claro, como convidabas...
   
 
EnviarImprimir
 
 
En Esta Sección
Carta a Osvaldo Farrés
RFL, Barcelona
Complejo adánico
LUIS MARTíNEZ, Nueva Jersey
Carta a José María Heredia (II)
RAMóN FERNáNDEZ LARREA, Barcelona
Historia de un Panda
Carta a José María Heredia (I)
RAMóN FERNáNDEZ LARREA, Barcelona
Carta a Papá Noel
RFL, Barcelona
Editoriales
Sociedad
Cultura
Internacional
Deporte
Opinión
Desde
Entrevista
Buscador
Cartas
Convocatorias
Humor
Enlaces
Prensa
Documentos De Consulta
Ediciones
 
Nosotros Contacto Derechos Subir