www.cubaencuentro.com Miércoles, 04 de mayo de 2005

 
   
 
La impunidad, una curiosa tradición latinoamericana
Ecuador y Perú pasan página y reabren sus puertas a ex presidentes acusados de corrupción.
por RONALDO MENéNDEZ, Madrid
 

Tres ex mandatarios de dudosa honestidad acaban de regresar a Ecuador. Y no sé por qué nos asombramos, si ya se va convirtiendo en un hábito que la alta clase política latinoamericana meta las manos hasta el codo, luego la pata, y al final ponga pie en polvorosa. Ya es algo folklórico. He aquí la fórmula: robar unos millones de aquí y allá, negociar por lo bajo bienes del Estado, remover cortes jurídicas y carteras ministeriales de manera inconstitucional, y cuando la cosa se pone fea o llega el siguiente gobernante y se forma el juicio y las comisiones investigadoras, a salir corriendo.

Ecuador
Ecuador: protestas contra el presidente Gutiérrez y la Corte Suprema de Justicia.

A veces es de lo más pintoresco: el delincuente peruano Allan García corrió por los tejados. Otros tienen un estilo menos sensacional y más cínico: Fujimori dijo iba a dar una vuelta a un negocio en Japón y se llevó un avión con maletas de dinero. Todavía lo están esperando para hacerle juicio. Y para completar la fórmula, como dice la canción: todos vuelven. Entre la amnesia histórica y los tribunales parcializados, estos distinguidos delincuentes consiguen siempre regresar a sus países y seguir con el relajo. La cereza del pastel de la complicidad suele ponerla la muchedumbre ruidosa y ruinosa, y así vamos.

No pasará mucho tiempo sin que asistamos a una versión del retorno del rey Fujimori, pero mientras tanto nos podemos ir entreteniendo con Abdalá Bucaram recargado. Siguiendo la procesión, el ex presidente ecuatoriano Gustavo Noboa entró en escena el domingo 3 de abril, después de un reconstituyente asilo en República Dominicana. Y luego el ex vicepresidente Alberto Dahik, que andaba por Costa Rica, completó la trilogía de prófugos que han logrado retornar tras ser anulados los juicios que pesaban en su contra.

Travesuras millonarias

¿Cuáles fueron las travesuras de estos señores? Para que no se nos pierda la memoria, hay que repetirlo. Noboa, que gobernó Ecuador entre 2000 y 2003, se refugió durante dos años en República Dominicana, después de ser acusado de un millonario perjuicio al Estado en una renegociación de la deuda externa que se efectuó durante su administración.

En octubre de 1995, Alberto Dahik llegó a Costa Rica, escapando de una orden de prisión que dictó en su contra el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Solórzano, acusándolo del mal manejo de los gastos reservados de la Vicepresidencia de la República. Esos gastos fueron por un monto de 9.000 millones de sucres aproximadamente; o sea, que su caja chica era bastante grande.

Pero posiblemente el más díscolo fue Bucaram. El líder populista volvió a Ecuador gracias a que su amigo personal y presidente de la Corte Suprema de Justicia, Guillermo Castro, anuló dos juicios penales que tenía en su contra y órdenes de captura que lo llevarían a la cárcel.

Uno de los juicios se inició tras el descubrimiento de que su gobierno pagó un sobreprecio al contratar una masiva compra de material escolar para repartirlo en planteles fiscales de Ecuador. El segundo caso se vincula al retiro de 3,7 millones de dólares de las cuentas públicas del Banco Central del Ecuador, durante su período de gobierno, dinero que en su mayoría habría ocultado en sacos —nótese el toque folklórico— el 5 de febrero de 1997, cuando lo destituyó el Congreso.

Ahora empiezan los dimes y diretes. La oposición responsabiliza de la anulación de los juicios al presidente Lucio Gutiérrez, que propició el nombramiento de la actual Corte Suprema. Al estilo de Poncio Pilatos, el gobernante sostiene que nada tiene que ver en la decisión de Castro. La Asamblea de Quito, que reúne a organizaciones civiles, llamó en tanto a sus similares de otras ciudades a reunirse para organizar un paro nacional y exigir el cese de la Corte Suprema de Justicia.

La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), la mayor de su género en este país, llamó por su parte a una asamblea nacional de bases para "combatir la corrupción y la impunidad". Probablemente no va a arder Troya, pero sí muchas gomas de carros y alguna que otra piedra convirtiendo la Panamericana en autopista del infierno.

Por supuesto, el Relator Especial sobre la independencia de los magistrados y abogados de la ONU, Leandro Despouy, declaró que la designación de la actual Corte Suprema de Ecuador reviste una "manifiesta inconstitucionalidad" y el gobierno debe remediar esa situación.

Pero es muy probable que nadie remedie nada, ya que lo peor pasó (para los prófugos, desde luego). Más bien las instituciones deberían ir trabajando para que estos Mandraques del embuste político no consigan, como Allan, Fujimori y el resto de la banda, volverse a lanzar en alguna campaña presidencial. Lo mejor que podría pasarles es que se quedaran en el basurero de la historia, como le gustaba decir a Marx, ese otro mago de la hoz y el martillo.

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