La Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA) acusó al presidente George W. Bush de no cumplir sus promesas electorales a la comunidad de exiliados cubanos y amenazó con retirarle su apoyo en los comicios de 2004, informó la AP.
Dirigentes de la Fundación se mostraron indignados por la decisión del gobierno estadounidense de enviar de vuelta a la Isla a 15 cubanos que presuntamente secuestraron una lancha en Nuevitas, Camagüey, para intentar llegar a las costas de la Florida.
La semana pasada Washington repatrió al grupo, después de que el gobierno de Fidel Castro prometiera no aplicarles sentencias de más de 10 años de cárcel.
"Eso les va a costar" el apoyo de exiliados cubanos, dijo el sábado el presidente de la FNCA, Jorge Mas Santos, en un discurso ante la directiva de la organización.
"Ellos no pueden contar con el respaldo de nuestra comunidad si no cumplen con sus promesas", agregó. "Este gobierno no ha hecho hasta ahora nada para cumplir las promesas que formuló a la comunidad" cubana.
La devolución de los 15 cubanos, y el antecedente del fusilamiento, en abril pasado, de tres hombres que encabezaron el secuestro de otra embarcación para intentar escapar de la Isla, desataron la semana pasada una polémica entre la Fundación y el congresista republicano de origen cubano Lincoln Díaz-Balart.
El lunes, Lincoln y los también congresistas republicanos Mario Díaz-Balart e Ileana Ros-Lehtinen condenaron en un comunicado la repatriación.
"Esta acción convierte a EE UU en cómplice de lo que sucede a los refugiados devueltos. Este acto de infamia en coordinación con la tiranía cubana es una monstruosidad condenable", dijo Lincoln.
Pero el director ejecutivo de la FNCA, Joe García, dijo que la deportación mostraba la "impotencia" de los congresistas de origen cubano "dentro de esta administración republicana".
Aunque "dominan de manera abrumadora el poder en Washington, los republicanos, que lo ofrecieron, no han hecho nada por cambiar la política hacia Cuba y sus medidas han sido hasta más débiles" que las del presidente demócrata Bill Clinton, señaló García.
Días después, en declaraciones a El Nuevo Herald, Lincoln Díaz-Balart replicó: "Lo que es triste es que en estos momentos en que los congresistas cubanoamericanos estamos luchando contra tantos esfuerzos para mantener las únicas medidas en el mundo que castigan a la tiranía, este grupo se haya dedicado a atacarnos, y a propiciar el diálogo con la tiranía". El congresista se refirió a propuestas de la FNCA de sostener contactos con funcionarios del gobierno cubano, exceptuando a Castro y a su hermano Raúl.
La FNCA cree que Lincoln, como funcionario del partido republicano, "tiene como responsabilidad exigir una respuesta de la Casa Blanca que responda a las aspiraciones del exilio".
Díaz-Balart considera que las diferencias en los puntos de vista de la organización y los congresistas republicanos se iniciaron hace 10 años cuando, en su opinión, la FNCA comenzó a alejarse del cabildeo en Washington.
En 2002, Joe García dijo a El Nuevo Herald que la FNCA decidió reforzar sus actividades hacia el interior de la Isla y dar mayor apoyo a los miembros de la oposición interna. Hace varios meses la organización puso en venta su sede en la capital estadounidense. No obstante, el director ejecutivo aseguró que esos pasos no significaban una retirada de las acciones en Washington. |