A pesar de la grave crisis económica de Cuba, Fidel Castro dio el fin de semana un portazo a la cooperación y el diálogo político con la Unión Europea (UE), decisión que "lamentó" el Comité Ejecutivo de los Quince en Bruselas, y despertó nuevas preocupaciones en sectores de la disidencia interna, informó AFP.

Fidel Castro. Acto por el 50 aniversario del asalto al Cuartel Moncada. Santiago de Cuba, 26 de julio de 2003.

"El gobierno de Cuba, por elemental sentido de dignidad, renuncia a cualquier ayuda o resto de ayuda humanitaria que pueda ofrecer la Comisión y los gobiernos de la Unión Europea", anunció Castro la noche del sábado en Santiago de Cuba, en el acto por el 50 aniversario del asalto al cuartel Moncada.

El pasado 5 de junio, la UE aprobó cuatro medidas diplomáticas contra Cuba en protesta por el encarcelamiento de 75 disidentes y el fusilamiento, tras juicio sumario, de tres hombres que encabezaron el secuestro de una lancha de pasajeros para escapar de la Isla.

Esas decisiones eran limitar las visitas gubernamentales, invitar a los disidentes a las celebraciones de las fiestas nacionales de las embajadas en Cuba, reducir la colaboración cultural y revisar la posición común, que pide a La Habana cambios democráticos y observancia de los derechos humanos.

En su discurso de 70 minutos, Castro interpretó las medidas como un intento de "presionar e intimidar a Cuba".

"Cuba no necesita de la Unión Europea para sobrevivir, desarrollarse y alcanzar lo que ustedes (los europeos) no podrán jamás alcanzar", afirmó.

Los cancilleres de los 15 se reunieron el 21 de julio último para ratificar la posición común sobre la Isla, pero decidieron mantener el diálogo político "a fin de promover una búsqueda más eficiente del objetivo de la posición común".

"La Unión Europea se hace ilusiones cuando afirma que el diálogo político debe proseguirse. La soberanía y la dignidad de un pueblo no se discuten con nadie, mucho menos con antiguas potencias coloniales responsabilizadas históricamente con el tráfico de esclavos, el saqueo, incluso el exterminio de pueblos enteros", dijo Castro.

"No intentaremos discutir los principios de la Unión o Desunión Europea", agregó.

En Bruselas, el Comité Ejecutivo de la UE dijo en un comunicado el domingo que "lamenta las declaraciones" de Castro. "La Comisión Europea desea subrayar, sin embargo, su compromiso para continuar respaldando al pueblo cubano y en particular a aquellos más necesitados", añadió.

Desde 1993, la UE ha proporcionado a Cuba ayuda por 145 millones de euros (167 millones de dólares).

La respuesta de los Quince fue calificada de "alentadora" por el opositor Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.

"Es alentador que, a pesar de la retórica crispada del gobierno de Cuba, la UE ratifique su voluntad de seguir ayudando al pueblo de Cuba", dijo en declaraciones a AFP.

Pero al mismo tiempo, Sánchez reiteró su preocupación "por el rechazo unilateral que hace el gobierno de Cuba de esa cooperación sin contar con la población cubana, que sigue estando muy necesitada de medicinas, alimentos, materiales escolares e insumos hospitalarios".

"Preocupa mucho también que esa filosofía se extienda al resto de la ayuda de la Comunidad Internacional, por ejemplo, la de Japón", agregó.