El tema que "separa" a los gobiernos de México y Cuba es el de los derechos humanos, dijo este lunes el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, un día después de su visita oficial a la Isla para normalizar las relaciones bilaterales, informó EFE.

"Ambos entendimos con claridad que el tema que nos separa" es el de los derechos humanos, en el cual México no está concentrado en un sólo país sino en "la idea del mejoramiento de los derechos humanos", explicó Derbez, al referirse a la entrevista que sostuvo el domingo en La Habana con el canciller cubano Felipe Pérez Roque.

Derbez dijo a la emisora de radio mexicana W-Radio que el arreglo alcanzado con Pérez Roque durante esa reunión "no fue a la fuerza", sino que ambos gobiernos entendieron "que sería importante aclarar" las diferencias y tenerse confianza mutua.

"Los amigos" pueden avanzar al tiempo que pueden mantener una "posición de divergencia en derechos humanos", afirmó Derbez y agregó que el gobierno cubano "está también trabajando" en esa materia.

En abril pasado, México votó en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas a favor de una resolución sobre Cuba.

El canciller mexicano afirmó que la causa del enfriamiento de la relación "ha sido aclarada" y que "ni uno ni otro pidió disculpas".

Derbez y Pérez Roque acordaron el domingo el retorno a sus puestos de los embajadores de Cuba y México, que deberá producirse el próximo 26 de julio, pero admitieron en una rueda de prensa conjunta que queda una agenda de temas "pendientes" para el futuro.

México decidió en mayo pasado expulsar al embajador cubano, Jorge Bolaños, y retirar a su embajadora en La Habana, Roberta Lajous, por considerar que el régimen de Fidel Castro había realizado varios actos de intromisión en los asuntos internos mexicanos.

Derbez descartó que la normalización de las relaciones sea sólo para mantener los vínculos con un perfil bajo.

"No vamos a nadar de muertito", dijo y aseguró que ambos gobiernos van "trabajar a fondo".

Manifestó que durante su encuentro con Pérez Roque no fue discutido el caso del empresario mexicano de origen argentino Carlos Ahumada, cuya detención en la Isla y deportación a México detonó el enfrentamiento diplomático.

Ahumada está acusado en México de fraude por 31 millones de pesos (2,8 millones de dólares) contra el gobierno de la capital mexicana, e involucrado en escándalos de corrupción que él mismo hizo estallar con la difusión de vídeos en los que se le ve dando dinero a miembros del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda).

Los vídeos desataron una fuerte crisis en esa organización política y provocaron la renuncia de varios de sus miembros.

El alcalde capitalino, Andrés Manuel López Obrador, del PRD y favorito en las encuestas presidenciales, asegura que el caso Ahumada fue utilizado por el gobierno federal para desacreditar su carrera política y bloquearle el camino a la candidatura presidencial.

Al deportar al empresario —sin utilizar los canales diplomáticos establecidos— La Habana emitió una declaración en la cual dijo que el caso tenía serias implicaciones políticas en México.

Tras expulsar al embajador Bolaños, funcionarios del gobierno de Vicente Fox afirmaron que varios miembros del Partido Comunista de Cuba habían estado realizando "actividades inaceptables" en territorio mexicano, entre ellos el consejero político de la legación de la Isla, quien fue declarado persona no grata.

Las "actividades inaceptables" estarían relacionadas con el caso Ahumada y la crisis del PRD.