Senadores de los tres principales partidos de México, incluida la izquierda, condenaron el miércoles las críticas lanzadas esta semana por Fidel Castro, contra el presidente Vicente Fox, informó la AFP.

"Castro no tienen ninguna calidad moral ni democrática ni política, para criticar al presidente de la República ni a los mexicanos, creo que el hombre ya está chocho (senil), ahora sí", dijo a la prensa el senador del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Demetrio Sodi.

Irritados, además de Sodi, otros senadores mexicanos condenaron las palabras del gobernante cubano, quien el martes dijo que Fox debería jubilarse anticipadamente como solución a la crisis generada tras el desafuero del alcalde de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador.

El presidente del Senado mexicano, Diego Fernández, del gobernante Partido Acción Nacional (PAN), apuntó que México no puede admitir lo dicho por Castro.

"Se puede entender que Castro esté a disgusto por el voto reciente de México (en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU) pero no podemos aceptar que se interfiera de esa manera", dijo Fernández a la prensa.

En ese mismo tenor se manifestó el senador del ex gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Jackson.

"Aunque estemos o no en desacuerdo con lo que el gobierno mexicano decidió y con los procesos mexicanos, (el desafuero) es un asunto nuestro interno, por eso me parece una intromisión muy desafortunada y muy inoportuna", concluyó Jackson.

Además de sugerir que Vicente Fox se jubilara, Fidel Castro dijo que "hay que estar rematadamente locos para creer que un buen administrador de una empresa, puede ser un buen administrador de un país", en alusión a que el presidente mexicano fue director general de la empresa Coca-Cola en México antes de incursionar en la política.

El gobierno mexicano mantiene 'la mano extendida'

El canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, lamentó este miércoles las "expresiones vertidas desde La Habana" por Castro, contra el presidente Fox, pero aseguró que México mantendrá "la mano extendida" para solucionar cualquier conflicto con el régimen de la Isla.

El gobierno mexicano "lamenta las expresiones vertidas desde La Habana" porque considera que "no corresponden" a los esfuerzos emprendidos por ambas naciones "a favor del fortalecimiento de la relación bilateral", dijo el canciller mexicano en rueda de prensa.

Derbez agregó que el gobierno de Fox, prefiere mantener "la mano extendida" para que "prevalezca la vía diplomática" como medio para resolver cualquier tipo de "diferencias".

El canciller se limitó a insistir en que será por los "canales diplomáticos" por donde se le hará llegar a Fidel Castro la respuesta del gobierno mexicano, aunque hasta el momento no hay embajador de México en Cuba.

"El año pasado nosotros también insistimos que todo tipo de declaración se tendría que llevar a acabo por los canales diplomáticos. Eso es exactamente lo que estamos haciendo el día de hoy", dijo Derbez.

"Hay una serie de canales diplomáticos. La manera de resolver diferencias no es a través de intercambio de opiniones a través de los medios de comunicación", reiteró.

En mayo de 2004 las relaciones entre México y La Habana atravesaron su peor momento en más de 100 años. El gobierno de Fox retiró a su entonces embajadora en la Isla, Roberta Lajous, y ordenó la salida del embajador, Jorge Bolaños.

La decisión mexicana se produjo después de que Castro criticara el voto de México en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, y La Habana deportara al empresario Carlos Ahumada, acusado de un fraude millonario.

El gobierno cubano emitió entonces una declaración en la que dijo que el caso de Ahumada tenía fuertes implicaciones políticas en México.

México acusó a La Habana de injerencia en sus asuntos internos y denunció que funcionarios del Partido Comunista de Cuba y de la embajada cubana habían realizado actividades "inaceptables" en territorio mexicano.