La Asamblea para Promover la Sociedad Civil (APSC) convocó a una concentración este viernes frente a la embajada de París en La Habana, para protestar por la invitación a miembros del gobierno cubano a la celebración, el pasado 14 de julio, de la fiesta nacional francesa, informó la AFP.

La APSC, que encabeza Martha Beatriz Roque, dijo que reclamará también la liberación de seis opositores detenidos desde la semana pasada.

"Demandaremos la libertad de los detenidos y le mostraremos a la Unión Europea lo que ha sucedido con su tal diálogo", dijo Roque a la AFP.

La economista, condenada a 20 años de cárcel en abril de 2003 y excarcelada por problemas de salud en 2004, lamentó que fueran arrestados unos 30 opositores —seis de los cuales aún están detenidos— el pasado 13 de julio, durante los actos de conmemoración del hundimiento del remolcador 13 de Marzo.

Las detenciones se produjeron en momentos en que líderes de la disidencia se encontraban en una reunión de trabajo con la embajadora francesa, Marie-France Pagnier, en la legación diplomática.

Cuatro de los seis opositores que permanecen detenidos pertenecen a la APSC, precisó Roque. "No podemos permitir que se agreda a los miembros de esta nación, por el sólo hecho de disentir del régimen totalitario", subrayó un comunicado de la Asamblea.

"Mientras estábamos reunidos con la embajadora, estaban deteniendo a nuestros hermanos de lucha, y al día siguiente aparece (el canciller cubano) Felipe Pérez Roque dando un discurso en la Embajada de Francia", manifestó la líder de la APSC.

Pérez Roque fue uno de los miembros del gobierno cubano que asistió a la celebración de la fiesta nacional de Francia. El canciller y el ministro de Cultura, Abel Prieto, se convirtieron en los primeros funcionarios del gobierno cubano en visitar una embajada de un país miembro de la Unión Europea (UE) desde junio de 2003, cuando los entonces Quince adoptaron sanciones diplomáticas contra La Habana para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes.

Entre junio de 2003 y enero de 2005, y como parte de las medidas de la UE, las embajadas europeas invitaban a los disidentes a sus celebraciones.

A principios de este año, los Veinticinco decidieron suspender temporalmente las sanciones contra La Habana para impulsar un "diálogo crítico". La UE determinó que las embajadas en Cuba abandonarían las invitaciones a disidentes, pero tampoco invitarían a miembros del gobierno de Fidel Castro.