AFP/ Berlín. El escritor chileno Jorge Edwards instó desde Berlín a los intelectuales latinoamericanos a no callar sus críticas contra Fidel Castro por los crímenes y violaciones de los derechos humanos cometidos desde que tomó el poder en Cuba, hace más de cuatro décadas.

Edwards leyó el sábado por la noche en el Instituto Cervantes de Berlín algunos pasajes de su libro de memorias Adiós, poeta..., publicado en 1990, en el que habla de su relación profesional y de amistad con el Premio Nobel chileno Pablo Neruda.

Fidel Castro, de 76 años, "es un árbol caído que produce mucho daño y que tiene mucha fuerza todavía, como lo demostró en los casos más recientes, y creo que hay que responder con fuerza también", dijo Edwards tras la lectura.

Edwards, quien hace 30 años recibió "ataques violentísimos" cuando publicó Persona non grata, sobre sus negativas experiencias como embajador del gobierno de Salvador Allende en La Habana, estimó que hoy "la situación ha cambiado y hay una reflexión mayor" sobre el régimen de Castro.

"Hay gente que no se atreve a dar el paso que dio José Saramago, pero hay gente que se acerca a eso y hay mayor libertad crítica" que hace tres décadas, "cuando yo era una especie de pájaro raro sospechoso", dijo el escritor chileno.

Hoy "hay cambios importantes y se ve un gran espacio para la crítica a Cuba en los diarios de Madrid, que antes no era tan fácil de conseguir, y una disidencia cubana bastante razonable y bien organizada que habla en un lenguaje moderno", añadió.

Para Edwards, "no hay que compadecerse de una persona anciana o casi anciana, que mete a 70 enemigos políticos suyos en la cárcel por 20 años, y que fusila a tres pobres diablos que se robaron una lancha". Los tribunales del gobierno cubano enviaron a la prisión en abril a 75 disidentes con penas de hasta 28 años. Ese mismo mes fueron ejecutados tres hombres que encabezaron el secuestro de una lancha para huir a Estados Unidos.

El escritor chileno prepara actualmente un libro, que titulará Treinta años después, sobre las circunstancias que le tocó vivir tras publicar Persona non grata, obra por la que recibió "ataques de todos lados, algunos abiertos y otros disimulados y más arteros", dijo.