De formación jazzística, Decemer Bueno formó parte del grupo Estado de Ánimo, una de las agrupaciones más singulares del panorama de la música cubana de finales de los ochenta y principio de los noventa. Después de compartir escenario con grandes de la escena internacional del jazz, como Winston Marsalis y Steve Coleman, Bueno funda en Nueva York el proyecto Yerba Buena, que lo revela como uno de los músicos más originales y prometedores de su generación. En estos momentos trabaja con su nuevo grupo, Siete Rayos, con quien editará un disco próximamente en los Estados Unidos.
¿Qué fue Yerba Buena?
Yerba Buena fue un proyecto que nació en Nueva York. Yo comencé a hacer canciones para el estilo de Xiomara Laugart, pero en realidad me salieron temas con mucha energía para bailar. Una música mezclada con ritmos latinos, con sonoridades africanas y con elementos del hip-hop. De ese modo, ya no eran canciones para una determinada artista. Así nació Yerba Buena hace dos años y medio, con una formación de banda grande.
En esos momentos yo trabajaba con un productor muy importante que se llama Andrés Levín, con el que desgraciadamente las cosas no salieron bien. A pesar de los desacuerdos, el disco salió al mercado el pasado 15 de abril.
Yo creo que tal como quedó Yerba Buena, no pudo haber sido hecho sin mis ideas, sin mi presencia, pues en definitiva es mi proyecto. Ahora lo escucho y siento que le falta una idea concisa, algo que sintetizara todas las aspiraciones que inicialmente contemplaba. Eso pasa a menudo, a veces se tiene el ánimo de componer una obra, pero falta la idea precisa de lo que realmente se quiere. Esa idea se echa de menos en el disco.
Ahora ya tienes un nuevo proyecto.
Sí, por las razones anteriores es por las que creo mi propio proyecto, que se llama Siete Rayos. Es algo que pretende retomar las energías que había depositado en Yerba Buena. Los productores en definitiva lo que han hecho en el disco ya editado es repetir lo que yo hacía antes de salir de Yerba Buena, que es un trabajo básicamente dirigido al rap y al son.
Con Siete Rayos continúo con esa línea de trabajo, pero aquí estoy defendiendo mi independencia de estilo. |