www.cubaencuentro.com Lunes, 30 de junio de 2003

 
   
 
Van Van en directo
Después de tres años sin grabar, la orquesta más popular de Cuba presenta su nuevo álbum: 'En el malecón de La Habana'.
por MICHEL SUáREZ, Valencia
 

En materia de música popular, decir Van Van son palabras mayores. La orquesta que dirige Juan Formell ha editado recientemente un disco que confirma su clase extra, titulado En el malecón de La Habana. Producido por el sello Unicornio, se grabó en directo durante un concierto en la explanada habanera de La Piragua, ante más de 40 mil eufóricos bailadores.

Los Van Van

En el malecón de La Habana contiene nueve piezas, la mayoría ya estrenadas en anteriores producciones. Posiblemente tal reiteración haya pesado en la decisión del jurado de Cubadisco 2003 para no otorgarle premios en ninguna de las dos categorías en las que estaba nominado el fonograma: Música bailable actual y Testimonio.

Sin embargo, dejando a un lado esta apreciación, En el malecón de La Habana tiene el encanto de las grabaciones en vivo; las improvisaciones vocales e instrumentales y la alquimia orquesta-público logran una obra rebosante de vitalidad.

La placa se inicia con una suerte de songo-fusión inspirada en la actual corriente pop, que, junto al rock y la música techno, han explorado numerosas estrellas de la salsa, verbigracia Celia Cruz (La negra tiene tumbao), Tito Nieves (I like it) o Marc Anthony (Dímelo).

Con el título Tim-Pop con Birdland, Formell despliega un homenaje a la pieza Birdland,del conocido jazzista y tecladista austriaco Joe Zawinul. El opening es una verdadera demostración de arte híbrido, sazonado siempre por la agresividad sonora de la timba cubana. Lamentablemente, en el campo textual algunas referencias estériles —en forma de desafío— convierten la obra en un discurso nacionalista, que lejos de aportar, le resta: "Qué lo sepan los yumas, en Cuba se puede decir yes… Universidad para todos: yes…".

Entre los temas recientemente incorporados despunta Mi mimi, interpretado por la novel Jenny Valdés, la apuesta femenina de Formell ante la retirada de Pedrito Calvo. Pese a constituir un peligroso experimento —debido a 34 años de voces únicamente masculinas en la orquesta—, la cantante parece haber sorteado bien el reto y le aporta otro matiz al legendario sonido. La Valdés ya venía adiestrada de sus incursiones en orquestas como Sello L. A y NG La Banda.

La otra pieza de estreno discográfico es Qué cosas tiene la vida, liderada vocalmente por otra reciente adquisición: Abdel Rapsals (Lele Jr.). De anteriores apariciones en Revé y su Charangón y con Pachito Alonso, ha encajado adecuadamente en el timbre Van Van y lleva adelante el songo con una fluida comunicación con el público. El resto de los surcos —como en todo concierto en vivo— constituyen éxitos recientes ya incluidos en otras placas.

El remake lo preside el clásico Soy todo, un poema de Eloy Machado (El Ambia) musicalizado por Formell y cabecera del CD Ay, Dios, ampárame, grabado con el sello Caribe Productions en el año 1995. La versión actual recrea un hermoso contraste en la introducción entre los violines y los trombones. Artífice del resultado final es el ahora cantante líder, Mayito Rivera, posiblemente el mejor sonero de la música cubana actual.

También componen el CD dos piezas de la anterior producción Llegó Van Van, ganadora del Premio Grammy 1999 en la categoría Mejor Álbum de Salsa. Aunque parezca difícil de creer, la agrupación no había grabado otro disco desde aquella gloriosa ocasión, por lo que Quién no ha dicho una mentira, Mi chocolate y Temba, tumba y timba aparecen por primera vez editadas fuera de Estados Unidos. Llegó Van Van jamás logró distribuirse legalmente en Cuba ni en el resto del mundo por supuestas contradicciones con el sello productor Havana Caliente. En este trío de números la obra clave es la tercera, de la autoría del ex Van Van, César Pupy Pedroso, ahora con una poderosa agrupación propia.

En los últimos años, tanto el Grammy como la situación de salud de Formell pusieron a la orquesta al borde del colapso. En medios musicales se rumoró que el inicio de la escisión se produjo cuando el director envió a su hijo, Samuel, a recoger el premio a Los Ángeles, en vez de encomendarle la misión al segundo líder de la agrupación, Pupy Pedroso.

Primero se marchó Pedrito, luego Pupy. A todas luces, la recuperación ha sido ardua, pero de momento la han vencido. Las voces de Van Van: Mayito, Jenny, Robertón y Lele Jr. —con Formell y Jorge Leliebre en los coros—, han pasado la prueba de la quiebra. Y en el piano, las manos del joven Roberto Carlos (Cucurucho) parecen garantizar la transición. No obstante, tendrán que llenar el profundo agujero que deja Pupy en las composiciones, pues sin duda en los últimos discos éste llevaba la voz cantante.

En el malecón de La Habana rompe el letargo de tres años sin irrupción discográfica "vanvanera", y lo hace bien, pese a que su terminación es inferior a Llegó Van Van. De la salud de su director y del acople que logren los nuevos miembros, dependerá que la orquesta más popular de la Isla en los últimos 30 años siga sonando como un tren.

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