Hace unas semanas, Daína Chaviano recibió en México el Premio Internacional de Goliardos, que entregan anualmente ensayistas y autores de los géneros fantásticos de ese país. El galardón, otorgado a la autora por su destacada trayectoria y por su novela Fábulas de una abuela extraterrestre —publicada por la Editorial Océano en el país azteca—, se suma a

La escritora Daína Chaviano.

reconocimientos tan importantes como el Premio Azorín de Novela 1998 (España), que recibiera por El hombre, la hembra y el hambre, y a otros anteriores obtenidos antes de salir al exilio en 1991 y radicarse en Miami: el David de Ciencia-Ficción 1979 (Cuba), por Los mundos que amo, y La Edad de Oro 1989 (Cuba), con País de dragones. Ya en 1990, había recibido el Premio Anna Seghers de la Academia de Artes de Berlín (Alemania), también por Fábulas de una abuela extraterrestre, obra que gozó de extraordinaria acogida entre los jóvenes lectores de la Isla.

"Estos galardones indican, en cierta medida, que el tiempo que una dedica a la creación no son instantes perdidos en la vida", dice la narradora, que se define como "una mujer que escribe para seguir respirando". Y se refiere a los reconocimientos recibidos "de forma inesperada, después que sale un libro", como sucedió en este caso y con el Anna Seghers. "Resultan mucho más gratificantes que aquellos por los que has concursado. Prueban que el libro ha tocado de una manera especial a lectores, críticos o especialistas".

Hablar con la Chaviano resulta una experiencia formidable. Lejos de poses intelectuales, actitudes "epatantes" o aires de enfant terrible, conversa con sencillez, moviendo constantemente las manos, abriendo de manera inconsciente y graciosa sus expresivos ojos, a la vez que teje ideas extraídas de sus vivencias remotas y convicciones para entregarlas con honestidad y de la manera más diáfana posible.

Según la sección Literatura Cuba en el Exilio, de la Red Literaria (www.red-literaria.com), su literatura posee tres características esenciales: 1) Una prosa altamente poética, deudora de la imagen cinematográfica, que deja en el lector la impresión de que ha "visto", más que leído, una historia. 2) El gusto por la anécdota mágica o fantástica, a la que es capaz de otorgar gran realismo gracias a un conocimiento bien asimilado de elementos religiosos y mitológicos —celtas, precolombinos, cristianos, afrocubanos y grecorromanos— sin antecedentes en la literatura cubana de ninguna época. 3) La riqueza de metáforas y significados ocultos en sus obras, ya sean de fantasía, de ciencia-ficción o realistas.

En cuanto a la repercusión y acogida que ha tenido Fábulas de una abuela extraterrestre, la autora lo achaca a una combinación de factores. El primero, la intriga de la trama. "La historia se desarrolla en tres planos o universos paralelos. En el primero, al que llamo plano de la realidad, la protagonista es una estudiante que escribe una novela y hace experimentos parapsicológicos".

Define el segundo como "plano de la fantasía o la magia", que se desarrolla en un mundo donde una joven es perseguida a muerte por una secta de sacerdotes, acusada de haber robado uno de dos Talismanes Sagrados. El segundo permanece en poder de los silfos, seres misteriosos que viven en un valle inaccesible y a quienes todos temen debido a sus extraordinarios poderes y a las leyendas que circulan sobre ellos.