- Cuando se habla en la prensa de "los del patio", ¿vuelven a referirse al suelo patio? ¿Son los más encerrados que agarran patio una vez a la semana?

- Los Diputados a la Asamblea Nacional ¿usan escarnios, excaños o encarnios?

- Si la pasta de oca es suspiro de ánade, la de dientes ¿son muelas resumidas?

- ¿La pasta es ara, no pedestal?

- ¿Hay realmente baches en las ciudades o sólo son bajorrelieves de adorno?

- Si el que expulsa más urea ha afirmado que el capitalismo está al caer... ¿me puede averiguar dónde caerá? ¿Sobre qué provincia?

- Cuando se menciona, allí donde lo envío, "la muela del juicio", ¿se refiere a la larga, agotadora, falsa acusación fiscal?

- Y cuando el fiscal dice que "le caerá encima todo el peso de la justicia", ¿es que le prohíbe cobrar en dólares, y está condenado a la moneda nacional?

No le adiciono más, que me cobrará sobrepeso: Son tantas las incóñitas, las budas almacenadas en lo más recóñito, que estaría usted en la Isla no menos de treinta años. Pero no se me asuste, que no soy tan cruel. Tiene una ventaja: como acaban de hacer inamovible el sistema, pues lo podrá analizar a gusto, así de yerto, frío, tieso. Como un cadáver, vaya. Es casi como si dijéramos una autopsia, que en el caso suyo, por las pistas que hallará, podría decirle autopista.

Me arrepentí de encomendarle solucionara otro enigma; lo dejo para más adelante. Sepa que muy al inicio del accidente social ocurrido en mi país, mientras ese de la uretra gruesa se dirigía al pueblo jubiloso, vino una paloma blanca ("se equivocó la palomaaaa,/ se equivocaba.// Creyó que el norte era el sur,/ que las estrellas, su casaaaa") y se le posó como mansa paloma sobre el hombro.

El susodicho vestía de verde olivo —que a la larga es como el color de un improductivo árbol, aunque más que aceite, ha dado grasa, vaselina— y allí aquietóse, haciéndose la espontánea. Digo yo, pregúntome: si la paloma de la paz es representada por un pajarraco blanco de esa familia, que lleva en su corto y esperanzador piquito una rama de olivo… ¿por qué aquella paloma no agarró al tipo que hablaba disfrazado de aceituno y, remontando el vuelo, no se lo llevó bien lejos dejándonos en paz? ¿El tipo no era una rama, sino un tronco de…? Ya ve que voy más o menos bien encaminado.

Esa misma noche le preguntó a uno que estaba a su lado si iba bien. Ese desapareció, pero el arbolito se empeñó en ser poeta y decir que en el pueblo había muchos como ese a quien preguntó. Me inquiero —y de paso me quiero— si hay tantos como el otro en el pueblo, ¿por qué no ha vuelto a preguntarles cómo va?