Las medidas del gobierno cubano

La respuesta del gobierno cubano a las medidas anunciadas por Estados Unidos no se hizo esperar. La Nota Oficial cubana de 15 puntos incluye la suspensión "hasta nuevo aviso" de la venta de productos en las tiendas de divisas, excepto los alimentos y artículos de aseo, así como la posible elevación de precios en este tipo de establecimientos, y de la gasolina, lo cual, sin embargo, no aparece como una de las 15 medidas y se hace relacionar con "la brutalidad de las medidas estadounidenses".

Resulta difícil comprender qué sentido tiene cerrar las ventas de bienes de consumo industriales, como no sea la necesidad de asegurar una reserva estratégica frente a la posibilidad de no poder adquirirlos en el mercado externo como consecuencia del estado crítico de sus recursos en divisas, unido a un crédito internacional fuertemente comprometido y prácticamente inaccesible. Por otra parte, tendría mucho más sentido relacionar la subida de precios de los bienes industriales de consumo de las tiendas en divisas, ante la necesidad de afrontar un exceso de demanda frente a un debilitamiento de la oferta o a la elevación de sus precios internacionales, como es el caso del petróleo.

Es decir, que la relación de este tipo de medidas con las adoptadas por Estados Unidos parece "traída por los pelos". No obstante, la realidad es que los productos que se venden en las tiendas en divisas reciben un gravamen excesivo (supera el 200%). Bien pudiera decidirse "políticamente" la necesidad de asumir la subida de los costes internacionales, dada la realidad de que la diferencia entre los precios internacionales y los precios en divisas, en el mercado interno cubano, es significativa. Este tipo de productos están lejos de constituir artículos de lujo: constituyen bienes de primera necesidad, dadas las condiciones del mundo contemporáneo.

Medidas 'compensatorias'

Mientras tanto, se pretende compensar el efecto de incertidumbre que obviamente generó la Nota Oficial con el establecimiento de una serie de garantías. Así, se anunció el mantenimiento inalterable de los precios de los productos normados que todo ciudadano sabe que no aseguran ni una ínfima parte de la subsistencia; de los programas de salud y educación actualmente en curso; y que no se detendrá el desarrollo de la cultura ni la formación de una cultura integral.

De igual forma, decide que la universalización de la enseñanza continuará ampliándose a todo el país. Se mantendrán las actividades de las casas de cambio. Se "decretó" el mantenimiento del desempleo en el 2,5% y el tipo de cambio inalterable del peso cubano frente a las divisas convertibles, como si cualquier lección elemental de economía no aconsejara comprender que ambos indicadores pueden variar como resultado de cambios en las condiciones económicas de cualquier país y que no es posible "imponérselos" a la economía. De igual forma, se anuncia el mantenimiento del funcionamiento de los mercados agropecuarios.

Además, se anuncia que se elevará también la producción de níquel y cobalto (después de sucesivas disminuciones en los últimos dos años), así como la de petróleo, lo cual —en sí mismas— tampoco son medidas concretas, sino simples deseos al estilo de la planificación centralizada.

La prioridad en las inversiones estará orientada hacia las de más rápida amortización y mayores beneficios inmediatos. No se aclara si el criterio de beneficios se ajusta a los beneficios sociales o a los rendimientos financieros.

La prioridad de la producción agropecuaria se concentrará en los renglones exportables y no en aquellos que aseguran la alimentación de la población, que viene padeciendo de históricas dificultades para garantizar sus necesidades alimenticias. Esto demuestra una vez más que, en realidad, el país padece de una necesidad imperiosa de elevar su disponibilidad de divisas, reducida ostensiblemente por la decisión de favorecer los pagos en efectivo a las importaciones de alimentos procedentes de Estados Unidos, mientras se acumula una deuda creciente con suministradores europeos y de otros países.