Las principales fuerzas políticas de la oposición española asumieron posiciones divergentes el viernes, después de las duras ofensas lanzadas por Fidel Castro contra el presidente José María Aznar. Por su parte, el Gobierno español aseguró que no hay "en absoluto" planes de romper relaciones diplomáticas con Cuba, informó Europa Press.
Los ataques lanzados contra Aznar en la Isla son "reprobables por completo", dijo en rueda de prensa el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, Jesús Caldera.
En una comparecencia televisiva de tres horas, el miércoles por la noche, Castro llamó a Aznar fascista, bandido, payaso, cobarde, "fhürercito del bigotico", y acusó al presidente del Gobierno español de ser el "autor intelectual" de las sanciones diplomáticas aprobadas por la Unión Europea (UE) la semana pasada. Las medidas incluyen la limitación de los contactos de alto nivel con las autoridades cubanas y el acercamiento a la disidencia interna.
"A pesar de que le insultábamos todos los días, hasta Franco fue más inteligente que el fhürercito del bigotico y resistió las presiones de Estados Unidos", dijo Castro, quien considera que Madrid sigue instrucciones de Washington en cuanto a Cuba.
El jueves las autoridades de la Isla convocaron a dos manifestaciones simultáneas. Una frente a la embajada de España en La Habana y otra frente a la embajada de Italia. La primera marcha estuvo encabezada por Castro, y la segunda, por su hermano Raúl.
Roma es el otro blanco del gobierno cubano en las acusaciones sobre las medidas de la EU. El gobierno del primer ministro Silvio Berlusconi suspendió el mes pasado su programa de cooperación con la Isla, de unos 40 millones de euros.
Este viernes, en Madrid, Jesús Caldera dijo a la prensa que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no puede aceptar la postura asumida por La Habana contra Aznar.
"No podemos permitir este tipo de ataques al presidente del Gobierno español", enfatizó. |