El Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Griega, Bartolomeo I, calificó el embargo de Estados Unidos a Cuba de "error histórico", y llamó a resolver las diferencias a través del diálogo en su homilía del domingo, al consagrar en La Habana la catedral de San Nicolás, en presencia de Fidel Castro, informó la AFP.

La Iglesia Ortodoxa ha llegado a la Isla "para predicar con franqueza que el bloqueo de pueblos y países por la sociedad general de los pueblos de la tierra es un error histórico y que los problemas entre los pueblos y países, como entre las personas físicas, se resuelven a través del diálogo", dijo Bartolomeo.

Añadió que la solución de esos diferendos es "a través de la comunicación, como a través de confiables mediaciones".

"Todo se resuelve persona a persona, nada se resuelve de espalda a espalda, de puerta cerrada a puerta cerrada", dijo el Patriarca en su homilía, a la que asistieron el canciller Felipe Pérez Roque y el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo de Alarcón.

El Patriarca también dijo que espera "ver en el futuro nuevos templos entregados al culto público" y sentenció además que "la libre expresión de la fe religiosa, constituye un derecho humano básico".

Bartolomeo es el líder espiritual de 300 millones de creyentes en el mundo, entre ellos de la Iglesia Ortodoxa de Estados Unidos.

En la extensa ceremonia, de alrededor de cuatro horas, Castro entregó al Patriarca las llaves de la catedral, así como el pliego que otorga personalidad jurídica al templo.

En reciprocidad, Bartolomeo entregó a Castro la sagrada Cruz de Andrés, símbolo de "justicia y firmeza", según se explicó en la ceremonia.

La catedral de San Nicolás de Mira, construida especialmente para la visita del Patriarca con financiamiento del gobierno cubano, "es un símbolo de la amistad y la devoción (...) a su persona y a la Iglesia" Ortodoxa, dijo el historiador de La Habana, Eusebio Leal, quien habló a nombre del gobierno cubano.

En Cuba residen unos 3.000 religiosos ortodoxos, la mayoría extranjeros. La financiación del templo es un gesto inusual del gobierno de Fidel Castro con una denominación religiosa.

El Patriarca Bartolomeo llegó el pasado miércoles a la Isla para una visita de seis días, primera de un Patriarca ortodoxo a América Latina, invitado por Castro.

El sábado pidió un "armisticio" olímpico para Cuba, tanto interno como externo, ante el "aislamiento" y el embargo, al inaugurar en La Habana una exposición del artista griego Dimistris Talaganis.

La muestra Eros-Athlos-heros está referida a la mitológica orden del dios Apolo de decretar una tregua durante los Juegos Olímpicos, acatada por los hombres.

En ese sentido, Bartolomeo pidió "que distingamos el mensaje del armisticio sobre todo en lo que respecta al aislamiento de este país por el bloqueo comercial".

Asistieron a la inauguración, en el Museo Nacional de Bellas Artes, el ministro de Cultura de Cuba, Abel Prieto, Eusebio Leal, dignatarios de la Iglesia Ortodoxa Griega, y el ex rey de Grecia Constantino, acompañado de su esposa Ana María y de sus dos hijos, Pablo y Nicolás.

No estuvieron presentes los representantes de la Iglesia Ortodoxa de Estados Unidos, quienes a esa misma hora se encontraban en una recepción que ofreció la Sección de Intereses de Washington en La Habana, en honor de Bartolomeo I y de Dimitrius, arzobispo metropolitano de Nueva York.