Cinco escritores argentinos hicieron pública ayer una carta dirigida al canciller de su país, Rafael Bielsa, en la que defienden que las embajadas latinoamericanas en La Habana abran sus puertas a los disidentes cubanos, como lo han hecho las de varios países europeos, y critican a "la única dictadura remanente de América Latina".

"Frente a la esperanza de un cambio pacífico que proviene de lo más profundo de la realidad cubana, los organismos regionales latinoamericanos, las embajadas de nuestros países en La Habana, tienen la obligación moral de responder positivamente. No debemos ser nosotros quienes callemos ante un régimen que reprime y ataca a los luchadores cívicos cubanos mientras rechaza la apertura de espacios de diálogo y construcción democrática", dice el texto firmado por Marcos Aguinis, María Sáenz Quesada, Sylvina Walger, Juan José Sebreli y Fernando Ruiz.

El documento, titulado Carta de Reconocimiento al Movimiento Cívico Cubano, recuerda a Bielsa que "la solidaridad democrática ha sido un factor clave en el desarrollo del movimiento cívico cubano (…). Figuras políticas reconocidas internacionalmente se han reunido con los referentes cívicos cubanos; y las puertas de las embajadas de los principales países democráticos del mundo se han abierto no sólo al gobierno, sino también a la oposición cívica en la Isla".

Sin embargo, "en términos colectivos y generales, nuestra región aún no se ha manifestado de forma definida ante esta apertura al incipiente movimiento cívico cubano", señalan los intelectuales.

Para los cinco escritores argentinos, es hora de que los gobiernos latinoamericanos "instruyan a sus embajadas en Cuba para que se abran a todo el pueblo cubano, tanto en sus actividades culturales como en sus recepciones oficiales".

Aguinis, Sáenz Quesada, Walner, Sebreli y Ruiz opinan que ese "acto, aparentemente simple, de consideración formal a ciudadanos que no ocupan posiciones oficiales y representan la pluralidad de la sociedad civil, puede constituir un reconocimiento a su importante rol y un estímulo decisivo a la apertura de espacios de libertad".

Además, de esta forma "cada país de Latinoamérica estará en contacto con las diversas expresiones de la realidad cubana y contribuirá a fomentar el pluralismo social y político en ese país, lo cual representará un gran paso de apoyo en el camino a la democracia en Cuba estimulando el control social y fortaleciendo la integración política de la región".

En declaraciones al diario argentino La Nación, Marcos Aguinis comparó el sistema político cubano con el estalinismo. "Resulta vergonzoso que los argentinos, que recordamos las violaciones de los derechos humanos cometidas por la dictadura, no nos expresemos con la debida energía para defender los derechos humanos en otras partes. Esto es contradictorio y aberrante", afirmó.

Por su parte, Sylvina Walger explicó que la intención de la carta a Bielsa fue unir a intelectuales que hayan mantenido posturas equidistantes respecto de las posiciones más extremistas en favor y en contra de Fidel Castro. La escritora afirmó que la tarea no fue sencilla, porque "hay mucha gente que no quiere decir lo que piensa" y criticó a los sectores del progresismo argentino que no se animan a condenar las violaciones de los derechos humanos en Cuba "por miedo a quedar pegados a (George W.) Bush".

"A la gente de izquierda no le importa el pueblo cubano, le importa Fidel. Se apoya o no se apoya a Fidel. Y arreglan todo diciendo que (los disidentes) 'son todos de la CIA'", señaló.

La escritora opinó que el gobierno de Néstor Kirchner debería condenar a La Habana en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que se reunirá en abril en Ginebra. Pero agregó que también se debe condenar el embargo de Estados Unidos a Cuba.

Fernando Ruiz comentó a la emisora argentina Radio 10, que si Buenos Aires y otros gobiernos de la región deciden acercarse a los miembros de la disidencia interna cubana el régimen de Castro tendrá menos impunidad "para reprimir", y los "hombres y mujeres que luchan por libertades cívicas y democráticas" en Cuba tendrán más "visibilidad".

La carta a Bielsa "es un intento por llamar la atención del gobierno (argentino) para que empiece a tomar en cuenta que el apoyo de la Argentina puede ser útil para que en Cuba haya una transición pacífica y democrática y termine la dictadura. Más allá de las declaraciones o exclamaciones para demostrar que no es 'chirolita' de nadie, como lo que quiere hacer Kirchner, podría apoyar a personas, a hombres y mujeres que están en Cuba ofreciendo su vida y libertad para que haya democracia, como tenemos nosotros hace 20 años", agregó Ruiz.