El obispo auxiliar de La Habana, monseñor Salvador Riverón Cortina, fue sepultado el lunes en el cementerio Colón de la capital cubana, informó EFE.

El prelado fue despedido con una misa, oficiada por el cardenal Jaime Ortega y Alamino en la Catedral de La Habana. A la ceremonia religiosa asistieron cientos de personas y una representación del cuerpo diplomático acreditado en la Isla, en la que figuraban el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos, James Cason, y el embajador español, Jesús Gracia.

El gobierno cubano estuvo representado por el segundo jefe de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Carlos Samper.

Durante la ceremonia fue leído un mensaje de pésame del Cardenal Angelo Sodano, Secretario de Estado del Vaticano, y otro del embajador cubano ante la Santa Sede, Isidro Gómez Santos.

Según un comunicado de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, monseñor Riverón murió a consecuencia de un tumor el domingo por la mañana en el hospital habanero Manuel Fajardo, donde se encontraba ingresado desde el pasado 15 de febrero.

Riverón Cortina nació el 7 de julio de 1948 en la provincia de Camagüey, estudió en el seminario San Carlos y San Ambrosio, y fue ordenado sacerdote en 1982.

Tres años más tarde, fue nombrado vice-rector de ese mismo seminario y párroco de la Catedral de La Habana.

El 24 de abril de 1999 el Papa Juan Pablo II lo designó obispo auxiliar de La Habana. Monseñor Riverón asumió esas funciones el 12 de junio del mismo año.