Líderes del exilio anunciaron el viernes en Miami diferentes iniciativas contra el régimen de La Habana y para la etapa postcastrista, informó la AFP.

Por una parte, expertos y políticos cubanoamericanos presentaron un "Proyecto de Reconstrucción Socio-económica". Mientras el Congreso Nacional Cubano en el exilio anunció una "ofensiva diplomática" destinada a "bloquear" al gobierno de Fidel Castro.

El proyecto tiene el respaldo de los congresistas cubanoamericanos Lincoln y Mario Díaz-Balart, Ileana Ros-Lehtinen y Bob Menéndez y de varias organizaciones del exilio.

Según explicó su principal autor, Antonio Jorge, profesor de Economía en la Universidad Internacional de Florida (FIU), la iniciativa está elaborada ante el "cambio de rumbo que más o menos a corto plazo se debe producir en Cuba".

"Abogamos por la creación de una sociedad cubana solidaria, soberana, libre y participativa" basada en "una democracia pluripartidista y una economía de mercado justa y equitativa", explicó Jorge, especialista en las transiciones de los países ex comunistas de Europa del Este.

La renovación de la planta industrial de la Isla, la diversificación del sector agrícola y el estímulo a los pequeños y medianos empresarios figuran entre las recomendaciones.

Algunos observadores opinan que la propuesta es una alternativa —y un rechazo— al Proyecto Varela, promovido en la Isla por el disidente Oswaldo Payá, que aboga por cambios políticos y económicos dentro de los márgenes de la actual Constitución cubana.

La congresista Ros-Lehtinen declaró el viernes a la edición electrónica de The Miami Herald que "no puede haber cambios fundamentales en Cuba (…) en el marco de la Constitución adoptada por Fidel Castro".

"Esto crea un nuevo camino", añadió en referencia al Proyecto de Reconstrucción Socio-económica.

Entre tanto, el Congreso Nacional Cubano en el exilio, creado en mayo de 2003, celebró el viernes en Miami su primera reunión plenaria internacional.

El presidente ejecutivo de la organización, Antonio Calatayud, dijo a la AFP que los integrantes buscan crear una "coalición de países amigos de Cuba libre" con el objetivo de que se imponga a La Habana un "bloqueo político, económico, diplomático y deportivo".

Unos 300 delegados, previamente "seleccionados en foros", fueron convocados a la plenaria, procedentes de España, Puerto Rico, Venezuela, México y República Dominicana, además de varios puntos de Estados Unidos.

El Congreso, con sede en Coral Gables (al sur de Miami), prevé más adelante seguir reuniéndose mensualmente, dijo Calatayud. Su objetivo es "crear un aparato representativo y unitario (del exilio), de corte parlamentario".