AFP/ Bruselas. La Unión Europea (UE) no acepta que las autoridades cubanas rechacen los contactos de diplomáticos europeos con la disidencia interna.

"No tiene absolutamente ningún sentido que las autoridades cubanas se arroguen el derecho a vetar el contacto entre las autoridades europeas diplomáticas y determinados ciudadanos cubanos simplemente porque no están de acuerdo de manera pacífica con las políticas del régimen", declaró a la AFP Diego de Ojeda, portavoz del comisario europeo de Relaciones Exteriores, Chris Patten.

Alegó que la UE se reúne "en todos los países del mundo con las autoridades (…) y por supuesto nos reunimos con quien nos da la gana, especialmente con todos aquellos miembros de la sociedad civil que tienen ideas sobre cómo contribuir a una transición pacífica en interés del pueblo cubano".

En junio de 2003, los miembros de la UE decidieron invitar a opositores cubanos a las celebraciones de fechas nacionales en sus embajadas en La Habana. La medida fue la parte de la protesta europea ante la represión lanzada en marzo de ese año por el gobierno de la Isla contra la disidencia interna.

La UE pide a La Habana que libere a los presos políticos, como condición para reanudar las relaciones bloqueadas desde entonces.

"Nosotros no aceptamos este tipo de vetos ni de Cuba ni de nadie", reiteró Diego de Ojeda. "No hemos aceptado en absoluto la ley (estadounidense) Helms-Burton para el cese de nuestras inversiones en Cuba; Estados Unidos no dicta a la UE nuestra política sobre Cuba, pero tampoco nos la dicta el régimen cubano", agregó.

Respecto al Proyecto Varela, iniciativa impulsada por el disidente Oswaldo Payá que defiende la celebración de un referéndum para que los cubanos se pronuncien sobre propuestas de cambios a favor de mayores libertades civiles y políticas, el funcionario dijo que la UE no está "por la labor de minimizar o evitar cualquier tipo de contactos con opciones pacíficas que además entran dentro del sistema jurídico cubano".

Agregó que la UE quiere "mantener buenas relaciones con el régimen cubano para intentar promover un cambio pacífico, político, y económico en la Isla".

Los europeos quieren hacer esto "con la gente que está dentro de la Isla, con los dirigentes y con la oposición, intentando lograr cambios tangibles que lleven a un sistema más participativo".

Estos cambios deben también "reformar la economía, dado que los últimos hechos en la Isla demuestran que la economía no es capaz de satisfacer las necesidades vitales de los ciudadanos".

Para ello "necesitamos la cooperación de las autoridades cubanas", dijo. Esta cooperación "debería pasar primero por rebajar la tensión verbal, por la ausencia de ataques y de propaganda absolutamente militante y belicosa contra la UE".

Además, las autoridades deberían "restablecer la situación previa a toda esta escalada, es decir, tomar medidas para que de manera urgente la situación de estos disidentes en la cárcel mejore en términos humanitarios y, en segundo lugar, que sean liberados lo más pronto posible, de tal manera que se vuelvan a dar las condiciones para que podamos empezar a considerar el trabajo en positivo".

"En la medida en la que ellos cooperen, podremos hacerlo; en la medida en la que no cooperen, lamentablemente Cuba se seguirá hundiendo cada vez más en un pozo de aislamiento en el que renuncia no sólo a las manos enemigas, sino también a las manos amigas", advirtió el portavoz de Patten.

Diego de Ojeda resumió así la situación actual de las relaciones: "En un momento en que estábamos intentando mejorar las relaciones todavía más, Cuba ha creado una crisis completamente sin precedentes y sabe perfectamente lo que tiene que hacer para que esa crisis se pueda rebajar y volvamos a una senda en positivo, es decir, retomar la situación anterior".

Aseguró que a los europeos no les "interesa el enfrentamiento". "No seguimos una política de aislamiento de Cuba".

Por último lamentó que la UE no puede "ayudar a la población cubana" porque La Habana rechazó los fondos europeos el año pasado.