El número de cubanos interceptados mientras intentaban cruzar el Estrecho de la Florida para llegar a Estados Unidos alcanzó su nivel máximo en 10 años, informó la AP.

También ha aumentado la cifra de cubanos que consiguió arribar a las costas estadounidenses en embarcaciones improvisadas o en lanchas utilizadas por los traficantes de inmigrantes.

"Algo debe estar ocurriendo para que la gente prefiera arriesgarse a morir en vez de seguir viviendo ahí", dijo Ramón Sánchez, del grupo de exiliados Movimiento Democracia, con sede en Miami. "La gente está tan harta del sistema que sale y arriesga su vida en alta mar", agregó.

Aunque no se vislumbra una migración masiva, expertos sobre Cuba y funcionarios estadounidenses dicen que los cubanos están emprendiendo la travesía con más frecuencia por el agravamiento de situación económica en la Isla, la represión del régimen de Fidel Castro y las dificultades para salir del país, incluso para algunas personas que han completado trámites legales.

Durante los 12 meses concluidos el 30 de septiembre, la Guardia Costera interceptó a 2.712 cubanos que trataban de llegar a Estados Unidos. En 2004 fueron 1.225 los interceptados.

También hasta finales de septiembre de este año, 2.530 cubanos llegaron a las costas estadounidenses; más del doble de los 954 que completaron el recorrido en 2004, de acuerdo con la Patrulla Fronteriza.

Bajo la política conocida como "pies secos, pies mojados", los cubanos interceptados en el mar suelen ser repatriados a la Isla; mientras que quienes llegan a la costa suelen conseguir permiso para quedarse en Estados Unidos.

El gobierno de Castro acusa a la política de Washington de los intentos migratorios de los cubanos y ha atribuido el incremento de la cifra de emigrantes al crecimiento de las operaciones de tráfico.

Funcionarios cubanos en La Habana dijeron esta semana que estudian las nuevas tendencias migratorias, y añadieron que el gobierno no emitirá comentarios hasta que concluya el análisis.

La Guardia Costera atribuye al menos parte del incremento de las intercepciones de 2005 a la estrategia de seguridad implementada en Estados Unidos después de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.