El disidente cubano Oswaldo Payá pidió en una carta dirigida a altos cargos de la Unión Europea (UE) que los Veinticinco no varíen su posición hacia la Isla, informó Europa Press.

"Si algunos gobiernos, diplomáticos y partidos se sienten incómodos con la respuesta de exclusión y las presiones del gobierno cubano, entendemos que pueden actuar según sus intereses y a abandonar esta posición ética por razón de sus intereses", dice Payá en su misiva, dirigida al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el titular del área de Asuntos Exteriores de la Unión, Javier Solana, y el presidente del Europarlamento, Josep Borrell.

A propuesta de Madrid, el próximo 16 de noviembre se reunirá el Grupo América Latina de la UE para abordar la posible modificación de las sanciones impuestas al gobierno cubano en junio de 2003 en protesta por el encarcelamiento de 75 disidentes.

"En estas semanas, algunos gobiernos europeos están cuestionando la efectividad de las llamadas medidas que adoptaron en posición de consenso después de los encarcelamientos de nuestros hermanos en marzo de 2003", afirma Payá en su carta.

"Creemos que hablar de efectividad es culpar a los europeos, artificialmente, de la responsabilidad por las violaciones a los derechos que sufren los cubanos y por los nulos progresos en ese sentido, del gobierno cubano. Estas medidas (…) tienen gran valor moral", agrega.

El disidente, Premio Sajarov 2002 del Parlamento Europeo, subraya que la UE se ha centrado en apoyar al "pueblo cubano y sus derechos fundamentales".

"Lo que no puede decir nadie, sin insultar nuestra inteligencia, es que abandonar esta posición y liquidar estos gestos o símbolos, son en interés de Cuba y de los cambios pacíficos", añade.

El opositor, líder del Movimiento Cristiano Liberación, pide que "si algunos intereses y compromisos están por encima de la actuación solidaria" con los cubanos, "no se les dé otra explicación", ya que eso "sólo alentará a la intolerancia que sufre el pueblo de Cuba".

La Unión Europea mantiene desde 1996 una Posición Común hacia la Isla en la que exige al gobierno de Fidel Castro cambios a favor de la democracia y respeto a los derechos humanos.

Payá cree que esa posición "no agrede ni aísla a Cuba, sino, por el contrario, abre las puertas a una relación de cooperación y amistad que no puede realizarse debido a la violación de los derechos humanos y la exclusión que sufren los cubanos en su propio país".

El disidente considera que la posición de la UE debería incluso "reafirmarse" si los europeos quieren "ser consecuentes con los valores que proclaman en su propio continente", especialmente en un momento en que el régimen cubano "no ha demostrado voluntad alguna para mejorar la situación de los derechos humanos y, por el contrario, ha encarcelado arbitrariamente a decenas de defensores de estos derechos".

Una de las medidas que la UE adoptó en junio de 2003 fue la de invitar a disidentes a las celebraciones de fiestas nacionales en las embajadas de los países miembros en La Habana.

Las autoridades de la Isla respondieron con el boicoteo a los trámites que realizan los consulados europeos y con la limitación de los contactos con los funcionarios gubernamentales.

Payá afirma en su carta que los opositores cubanos no han pedido que les inviten a las fiestas nacionales de los países miembros de la UE. "Contrario de la postura oficial cubana, respetamos la libertad de decisión de cada país de invitarnos o no. Sería un error aceptar las presiones del gobierno cubano para que la Unión Europea nos excluya de esas invitaciones sólo porque el mismo gobierno cubano nos excluye y nos niega nuestro lugar en la sociedad de nuestro país".

El dirigente opositor recomienda a la comunidad internacional que exija "la amnistía para los prisioneros políticos en Cuba para que, realmente, pueda existir diálogo".

"Este diálogo sobre Cuba implica un diálogo con toda Cuba; es decir, con todos los sectores de la sociedad cubana", dice.