Dos agrupaciones de la disidencia interna cubana se pronunciaron este lunes a favor de un cambio en la política de la Unión Europea (UE) hacia la Isla, que sustituya las sanciones por un "diálogo crítico", informó la AFP.

"Apoyamos la revisión de esa política y nos pronunciamos a favor de aquellas que hagan predominar el entendimiento, la negociación y las visiones constructivas", dijeron en un comunicado conjunto el Arco Progresista —que reúne a organizaciones autodenominadas de izquierda socialdemócrata— y el Proyecto Demócrata de Cuba.

Por iniciativa de España, la Comisión Europea analizará este martes en Bruselas una posible flexibilización de las sanciones diplomáticas que aplica a La Habana desde 2003 en protesta por el encarcelamiento de 75 disidentes.

Además, los países miembros de la Unión mantienen desde 1996 una Posición Común en la que piden al gobierno cubano cambios a favor de la democracia y respeto a los derechos humanos. Para el Arco Progresista y el Proyecto Demócrata de Cuba, la postura europea hacia la Isla debe ser modificada.

"La Posición Común es reactiva. Se limita a actuar después que el gobierno cubano dé pasos en las direcciones apropiadas", dijeron las organizaciones.

El domingo, organizaciones y dirigentes de otros sectores de la disidencia interna reclamaron a la UE que mantenga una política firme hacia el gobierno de Fidel Castro.

La demanda está contenida en una Carta abierta a los gobiernos y pueblos de la UE, firmada por centenares de opositores al régimen.

"El deterioro de las relaciones entre la UE y el gobierno cubano ha sido y es responsabilidad de este último, por su marcada vocación represiva y antidemocrática", dijeron en la misiva.

En contrapartida, el Arco Progresista y el Proyecto Democrático proponen cinco puntos que, en su opinión, deben estar incluidos en un diálogo crítico con La Habana.

Esos puntos son: liberación de los presos políticos; un diálogo permanente sobre los derechos humanos; el retorno del intercambio cultural; el apoyo político de la UE a la disidencia interna mediante reuniones periódicas, y el intercambio a alto nivel entre las autoridades cubanas y de la UE.